Viajar con tu perro o tu gato puede hacer que te eches para atrás y termines llamando a alguien para que lo cuide durante unos días. A la preocupación, no sólo por el viaje en sí, sino también por los cambios de rutina que supone para tu mejor amigo trasladarle a un nuevo destino, deberás añadirle la búsqueda de un sitio que te permita hospedarte y disfrutar de su compañía.

No obstante, el hecho de tener un animal no debe echarte para atrás a la hora de viajar, pero también debes ser responsable y llevarlo contigo a tu nuevo destino temporal o permanente o si no dejarlo en buenas manos, cuidado por algún familiar o amigo o en un alojamiento específico para ellos.

Sin embargo, si, como en el caso de nuestros anfitriones, Ylenia Baglietto y Lander Otaola, tienes que viajar con frecuencia por cuestiones de trabajo, o si te vas de vacaciones o simplemente te mudas de ciudad, antes o después deberás enfrentarte a la planificación de un viaje en compañía de tu mascota. Antes de emprender un largo trayecto en coche con tu perro o con tu gato, es recomendable llevarle a pequeñas excursiones de un día o de fin de semana, y acostumbrarle a dormir en casas ajenas y lugares desconocidos.

En el caso de un perro, a la hora de planificar el viaje en cuestión, hay que programar las paradas necesarias para que tu perro pueda hacer sus necesidades, descansar y jugar, por lo que deberás llevar uno de sus juguetes favoritos.

Tanto si vas con tu perro como con tu gato, deberás ir provisto de reservas de su comida habitual. No olvides llevar una garrafa de agua que puedes verter en un cuenco con tapa para evitar que se derrame.

Es recomendable que lleves bolsas a mano por si vomita o hace pis o cacas por los nervios. Tampoco está de más llevar un botiquín básico y hacer una lista con los teléfonos y direcciones de veterinarios próximos a lo largo del recorrido. Si es propenso a marearse es conveniente que consultes a tu veterinario habitual, que valorará la necesidad de prescribirle un tranquilizante.

El Transportín

Tu mascota deberá viajar en un transportín, pero ojo, lo más seguro es colocarlo detrás de los asientos delanteros, sobre el suelo. Nunca sobre el asiento trasero, sujeto con el cinturón de seguridad, ya que en caso de accidente, el transportín podría romperse y el animal resultaría herido.

Debes tener en cuenta que si el animal no viaja bien sujeto y protegido, además del peligro que esto supone para él y el resto de los ocupantes del vehículo, te expondrás a una multa de 100 euros.

Por ello, debes acostumbrar a tu perro o gato a este dispositivo y tratar de que se familiarice con él previamente para que lo asocie a un lugar seguro y no le dé miedo. Si no es así, es recomendable que lo dejes en casa abierto y pueda curiosearlo relajadamente antes de emprender el trayecto. Además, puedes colocar una mantita para hacerlo más confortable.

En caso de que nuestro perro tenga gran tamaño y peso -20 kiloso o más-, el transportín deberá colocarse en el maletero. Otra opción es colocar una rejilla divisoria homologada, que permitirá a nuestro perro viajar en la parte de atrás.

Por último, cuando hagas su maleta, no debes olvidar sus papeles -cartilla de vacunación, certificado veterinario, documentación del chip y seguro de viaje, si lo tuviera.

Con estas recomendaciones puedes comprobar que viajar con tu perro o con tu gato no es tan difícil como pueda parecer de primeras si se lleva a cabo una buena planificación de sus necesidades durante el viaje.