El entorno del Urkiola invita al descanso, a la desconexión. Todo ello, con el fin de crear un vínculo íntimo con la naturaleza. Urkiola es ese lugar verde, lleno de hayas, fresnos y abedules. Sin duda, un paraíso colmado de montes, peñas y valles. Cuenta la leyenda, que este era el territorio de la Diosa Mari. Este símbolo de la mitología vasca vivió en la cueva del Anboto, aunque dicen que solía cambiar de lugar por lo que se considera también su hogar las grutas de Supelegora y Larrunarri. Los sabios del lugar dicen que la Diosa todavía sigue viva y que cada siete años cambia de morada. Como dato curioso, dependiendo de la cima que habite, así será el tiempo que haga ya que es la encargada de llevar el buen y el mal tiempo de un lugar a otro, de modo que cuando se encuentra en el Anboto llueve, si se encuentra en Larrunarri hay sequía, y cuando se encuentra en Supelegor, las cosechas son abundantes. Este parque está embrujado.

No cabe duda de que Urkiola es lugar de historias, de conservar tradiciones, tesoros y de transmitir otras muchas leyendas que todavía hoy se mantienen vivas. Allí, además de su rica fauna y plantas, se encuentran diferentes lugares que le convierten en todavía un territorio más especial. Entre las paradas obligatorias de muchas personas se encuentra el Santuario de los Santos Antonio Abad y de Padua. Durante todo el año cientos de peregrinos visitan este templo mágico. Y es que al lado del santuario se ubica una roca gigante. Según cuenta la leyenda, si un soltero da tres vueltas alrededor de la roca, encontrará pareja. 

Al lado del Santuario de Urkiola se abre un bonito camino rodeado por un hayedo que conduce al Mirador de las Tres Cruces, también conocido como Vía Crucis. Al caminar sobre él las personas que visiten este lugar descubrirán una impresionante panorámica a toda la zona de Durangaldea. Desde aquí pueden verse también los montes Mugarra, Untzillaitz, Aitz-txiki, Alluitz, Anboto, Eskubaratz, Leungane y Artatxagan, entre otros. 

El santuario de Urkiola.

El santuario de Urkiola. Wikipedia

Un parque... mil posibilidades 

El Parque de Urkiola ofrece muchas opciones para acceder a él incluso para disfrutar de unas horas en su interior. Las características del paisaje y el fácil acceso han sido determinantes para el uso lúdico y deportivo del lugar, uso que con el Parque se ha incrementado y racionalizado en aras de la conservación medioambiental. Destacan los itinerarios de montaña que incluyen desde sencillos paseos hasta ascensiones con desniveles superiores a los 1000 metros de altitud y las vías de escalada ubicadas en las paredes que rodean el desfiladero de Atxarte para practicar escalada.

Cierto es que una de las opciones más comunes es descubrir este paraje andando, haciendo pequeñas paradas y disfrutando de cada rincón. Además, las montañas de Urkiola poseen una extensa red de senderos creada sobre antiguas vías de comunicación, rutas tradicionales de montaña y nuevos caminos surgidos tras la declaración de este entorno natural. 

Dos rutas imprescindibles a pie 

Una de las principales vías de entrada se realiza por el municipio de Abadiño, ya que posee dentro del Parque dos accesos principales desde los que poder realizar numerosas rutas: El puerto de Urkiola y el desfiladero de Atxarte. El puerto de Urkiola es un lugar muy popular al que acuden peregrinos, montañeros y todo tipo de excursionistas. Está situado en mitad del Parque a más de 700 metros de altitud y se encuentra rodeado de un hermoso paisaje de montaña compuesto de cumbres rocosas, pastizales y frondosos hayedos.

Por su parte, el desfiladero de Atxarte está en un lugar muy sobrecogedor ya que se encuentra rodeado de enormes paredes de roca caliza surcadas por magníficas vías de escalada. Un pequeño arroyo de aguas transparentes, la ermita del Santo Cristo, un antiguo puente de piedra, los restos de un antiguo molino y algunas cuevas en las que se hallaron restos prehistóricos dan personalidad a este lugar.

Atxarte es el nombre de un bonito y espectacular desfiladero situado entre los montes Astxiki y Alluitz. Se encuentra situado en el municipio de Abadiño y forma parte del Parque Natural de Urkiola. Su mismo nombre nos indica la naturaleza de este lugar, que traducido al castellano significa "entre peñas". Las abruptas laderas del Astxiki y el Alluitz están jalonadas de grandes farallones rocosos, agujas y espolones que hacen las delicias de los escaladores. Sin duda, a través de estos dos senderos, que nos conducen hasta la cumbre más alta de Urkiola, permite a los caminantes conocer los valores naturales, históricos y culturales de la zona.

Mirador de Urkiola.

Mirador de Urkiola. Wikipedia

La escalada, el deporte popular 

Uno de los deportes más populares que se practica en el Parque de Urkiola es la escalada. Usokobetagane, Saukukogane, Sorginkobetagane, Urrestei y muchas otras agujas calizas son muy conocidas entre los escaladores que acuden a las verticales paredes de Atxarte a ascender alguna de sus rutas de escalada. Atxarte es un lugar con mucha historia, tal y como lo confirman los restos paleolíticos, de hace 25.000 años más o menos, que encontró J. M. Barandiaran en algunas de las cuevas que hay bajo las paredes y que los antepasados usaron para refugiarse.

Durante las últimas décadas, las verticales paredes, espolones y agujas de Astxiki y Untzillatx han visto pasar varias generaciones de escaladores y hoy en día tenemos en Atxarte una de las escuelas de escalada más importantes de Euskadi. Han sido muchos los escaladores que han abierto magníficas vías de escalada en las paredes de Atxarte, como la Sur clásica de Urrestei, la vía De Todos en Eguzkiarre, la Eros y Thanatos en Sorginkobetagane o la Perestroika en Usokobetagane.

Paredes grandes y pequeñas, escaladas difíciles y fáciles, bien equipadas o semiequipadas; en Atxarte disponemos de más de 400 vías de escalada para elegir gracias al trabajo de los equipadores que taladro en mano han hecho posible que todos podamos disfrutar de la escalada en este encantador paraje rodeado de montañas. A pesar del paisaje desolador que presentan las canteras el valle mantiene su encanto y, cómo no, merece una visita y al menos vivir una vez esta experiencia.

Un refugio para protegerse de las condiciones adversas. Wikipedia

Costumbres y tradiciones

El gallo de Aramayona

En el siglo XV se intentaron definir los límites entre las poblaciones de Otxandio y del valle de Aramaio en referencia al territorio denominado El Limitado o Tierra de nadie. Cuenta la leyenda que se estableció como método de fijación de los límites que estos estuvieran donde se encontrarán los vecinos de los respectivos pueblos saliendo a pie a los cánticos del gallo. Los de Aramaio entraron a media noche a los gallineros con luces para despertar a los gallos y hacerles cantar por lo que pudieron llegar hasta el mismo núcleo urbano de Otxandio. En la actualidad todos los terceros domingos de septiembre se lleva a cabo por parte de los vecinos y autoridades de Otxandio la inspección de los mojones que marcan el límite con Aramaio en la zona de El Limitado, este acto es conocido como la baso-bisitak.

La piedra para encontrar pareja

A la roca que hay a la entrada del templo se le atribuyen ciertas virtudes que permiten, al que de varias vueltas a su alrededor encontrar pareja -dicen que si se dan en sentido contrario se pide que se pierda la pareja-, para este mismo fin también se deja limosna, papeles con notas, alfileres de colores… La tradición de dar vueltas alrededor de esta piedra para encontrar pareja está ligada a una anterior tradición de clavar alfileres en un lienzo que se hallaba en la sacristía. Para encontrar novio o novia, se clavaban alfileres de cabeza blanca si se quería, por ejemplo, que el hombre fuera rubio y de cabeza negra si debía ser moreno.

Visitar la zona es una bonita excursión para hacer en familia. Wikipedia

Ritos en el santuario

Al acudir al santuario de Urkiola se tiene la costumbre de regalarle diferentes bienes. Estos regalos se hacen tanto por parte de los pueblos como de los caseros y pastores. Normalmente se donan novillos que se venden en subasta. En la bendición de los niños las madres ofrecen a San Antonio sus hijos menores de un año después de pasar la noche en el santuario. Para ello el niño es pesado en la balanza denominada peso leal y se realiza una ofrenda igual al peso del menor. Esta acción se realiza el segundo domingo de junio.