El navarro Eduardo Gurbindo, lateral de la selección española de balonmano, aseguro que, pese a los cuatro goles de desventaja con los que contaba el equipo español mediada la segunda parte ante Suecia, en ningún momento "nadie bajo los brazos" y eso fue lo que permitió a España remontar y alcanzar las semifinales de los Juegos Olímpicos de Tokio.

"Veíamos que la situación estaba complicada, pero en ningún momento nadie ha bajado los brazos. Ni la gente que estaba en el banquillo, que no ha dejado de animar, ni la gente que estaba en el campo. Todos hemos puesto de nuestra parte para sacar el partido adelante", señaló Gurbindo en declaraciones a la Agencia EFE.

Un carácter irreductible que quedó personificado en los minutos finales en la figura del portero Gonzalo Pérez de Vargas, aunque como recalcó Gurbindo la remontada fue una labor de todo el equipo.

"Gonzalo ha parado las que tenía que parar, Alex ha hecho lo que tenía que hacer, como Miguel , como Gedeón. Todo el mundo ha hecho su trabajo. Este es el ADN de este equipo, que nunca nadie se rinde", indicó el jugador navarro.

Eduardo Gurbindo no dudó en calificar de "mágica" la posibilidad de marcharse de los Juegos Olímpicos de Tokio con una medalla colgada al cuello.

"El objetivo de todos es poder llegar lo más alto posible. Irse de aquí con una medalla sería mágico y tenemos muchas, muchas razones para pelear", concluyó Gurbindo.