La selección española masculina de balonmano del navarro Eduardo Gurbindo se impuso (33-34) a la de Suecia este martes en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, gracias a una reacción pletórica en los últimos minutos que permite a los 'Hispanos' optar a las medallas.

Un gol de Álex Dujshebaev a falta de cuarenta segundos para la conclusión consumó el triunfo, que trece años después volverá a pelear por los metales en unos Juegos Olímpicos, tras imponerse este martes por 33-24 a Suecia en un encuentro en el que los "Hispanos" contaban con una desventaja de cuatro tantos (25-29) a falta de la conclusión.

Pero si Dujshebaev fue el encargado de rematar el triunfo español, el responsable de la remontada fue el portero Gonzalo Pérez de Vargas, que con sus intervenciones en los minutos finales permitió dar la vuelta a un partido que parecía perdido para el equipo español.

Y es que España, que se medirá en la semifinales con Dinamarca, no logró encontrar hasta el tramo final del encuentro la formula para contener en defensa al equipo sueco.

La selección danesa, vigente campeona olímpica y mundial, será el rival el próximo jueves, tras imponerse este martes por 31-25 a Noruega en los cuartos de final. Un triunfo que el conjunto danés cimentó en un gran arranque de la segunda mitad en el que los de Nikolaj Jacobsen rompieron el partido con un parcial se 6-2, que permitió a Dinamarca situarse con una renta de cinco goles (19-14) en el marcador.

Buen arranque, pero...

Los problemas defensivos no tardaron en hacer olvidar el buen arranque de los "Hispanos", que, sabedores de la fortaleza defensiva de Suecia, especialmente en el bloque central los gigantescos Max Darj y Jonthan Carlsbogard, no dudaron en otorgar la batuta de su ataque a los "jugones".

Una primera línea compuesta por Eduardo Gurbindo, Dani Sarmiento y Raúl Entrerríos que con sus continuos cruces y permutas no tardó en comenzara a agrietar el entramado defensivo del equipo escandinavo.

Cuando los Sarmiento o los Gurbindo no aprovecharon los espacios generados para sorprender con sus penetraciones, los movimientos de los jugadores españoles provocaron las sanciones en el bando sueco, que antes de los diez minutos ya contabilizaba dos exclusiones.

España no supo aprovechar esta circunstancia, ya que pese a los cuatro minutos que los "Hispanos" contaron con superioridad numérica, los de Jordi Ribera apenas lograron abrir brecha en el marcador (5-6)

Y es que si el ataque español no pudo dejar mejores sensaciones en el arranque del encuentro, no se pudo decir lo mismo de la defensa.

El 5-1 por el que apostó de inicio Jordi Ribera fue incapaz de contener en ningún momento al ataque sueco, que cuando no encontró una fácil salida en sus infalibles extremos, siempre pudo recurrir al pivote Fredric Pettersson.

Los problemas defensivos se agravaron con la escasa aportación de la portería del equipo español, que apenas contabilizó un par de paradas en los primeros treinta minutos de juego.

Obligado a marcar en cada uno de sus ataques para responder a los fáciles goles del equipo sueco, el conjunto español no tardó en caer en la precipitación. Unas prisas que se agravaron con la exclusión de Miguel Sánchez-Migallón.

Dos minutos de superioridad que Suecia, a diferencia de España, supo aprovechar a la perfección, endosando a los "Hispanos" un parcial de 4-1, que permitió a los nórdicos hacerse con los mandos del marcador (13-11),

Peligroso marcador que obligó a pedir con urgencia un tiempo muerto. Pero ni el paso a una defensa 6-0, ni la salida del guardameta Gonzalo Pérez de Vargas sirvieron para solventar los problemas del equipo español,

Unos "Hispanos" que para colmó comenzaron a estrellarse en ataque con un hasta entonces desaparecido Andreas Palicka, que con tres paradas caso consecutivas en los minutos finales condenó a España a marcharse al descanso con una desventaja de dos goles (20-18) en el marcador.

España no fue capaz de enjugar la diferencia en un inicio de la segunda mitad, en la que los desajustes defensivos siguieron lastrando a un equipo español al que cada vez le quedaba menos tiempo para remontar.

Este hecho provocó que las prisas se hicieran dueñas del equipo español, que encadenó un precipitado ataque tras otro, que dispararon hasta los cuatro tantos (25-29) la renta de Suecia a falta de quince minutos para la conclusión.

Pero cuando todo parecía en contra de España surgió la figura del portero Gonzalo Pérez de Vargas, que hasta entonces apenas había podido tocar un par de balones, con cuatro paradas consecutivas que cambiaron el destino del equipo español.

Con Gonzalo en estado de Gracia el conjunto estado de gracia, el equipo español logró lo que parecía imposible dar la vuelta al marcador con un parcial de 1-7 que situó a España con una renta de dos goles (30-32) al entrarse en los últimos cinco minutos de juego.

Un tiempo en el que España desatada por su improbable remontada no se dejó escapar ya un triunfo, que Alex Dujshebaev se encargó de confirmar con un gol (32-34) a falta de cuarenta segundos para el final, que ya hizo inútil el postrero tanto de Hampus Wanne para Suecia (33-34)

Ficha técnica:

33 - Suecia: Palicka (1); Ekberg (2), Lagergren (2), Darj (1), Carlsbogard (3), Gottfridsson (5) y Wanne (10, 4p) -equipo inicial- Aggefors (ps), Daniel Pettersson (-), Fredric Pettersson (6), Claar (3), Pellas (-), Sandell (-) y Lindskog (-)

34 - España: Corrales; Aleix Gómez (8, 5p), Gurbindo (2), Sarmiento (4), Raúl Entrerríos (5), Ángel Fernández (2) y Aginagalde (-) -equipo inicial- Pérez de Varas (ps), Maqueda (1), Alex Dujshebaev (5), Figueras (4), Antonio García (2), Gedeón Guardiola (-) y Sánchez-Migallón (1)

Marcador cada cinco minutos: 2-4, 5-6, 9-9, 14-13, 17-15 y 20-18 (Descanso) 21-19, 25-23, 28-25, 29-29, 30-32 y 33-34 (Final)

Árbitros: Schulze y Tonnies (GER). Excluyeron por dos minutos a Darj, Lagergren (2) y Claar por Suecia; y a Sánchez-Migallón, Maqueda y al banquillo por España.

Incidencias: Encuentro correspondiente a los cuartos de final del torneo de balonmano de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 disputado en el estadio nacional Yoyogi. Sin espectadores.