pamplona. Sebastián Beúnza Domeño, más conocido con el sobrenombre de Chachán durante su etapa como portero de balonmano en el San Antonio durante la década de los 70 -también a finales de los 60-, falleció ayer a los 62 años de edad. El exguardameta antoniano padecía una grave enfermedad desde hace dos y a primera hora de ayer fallecía en el Hospital de Navarra. La conducción del cadaver desde el Tanatorio Irache de Pamplona al cementerio se realizará a las 12.00 horas, mientras que los funerales en su memoria se oficiarán a partir de las 20.00 horas en la iglesia parroquial de La Paz, también en Pamplona.
Chachán Beúnza era recordado ayer por alguno de sus excompañeros de juego en el San Antonio como un "gran portero". De hecho, fue uno de los artífices del primer ascenso del conjunto antoniano a la División de Honor (actualmente conocida como Liga Asobal). Sebastián Beúnza participó en dicho ascenso en el año 1972, después de proclamarse campeón de España de Primera División con el equipo navarro en Gijón, donde derrotó al Gavá en la final -con el patrocinio de Werner, se impuso por un apretado 20-23-. Después vivió los primeros años dorados del club en la máxima categoría del balonmano nacional -con los apasionantes duelos con los grandes equipos de aquella época, como el Barcelona y el Atlético de Madrid-, ya que el club se mantuvo entre la élite durante varios cursos -Beúnza coincidió con los dos primeros extranjeros que jugaron en el San Antonio, Goran Borelli y Mitrovic-, hasta que en la temporada 79-80 se produjo el descenso de categoría que desencadenó en un auténtico éxodo en el bloque antoniano.
Tras perder su puesto en la División de Honor, el San Antonio se desmembró y fueron varios los jugadores que abandonaron la práctica del balonmano, al menos al máximo nivel. Fue el caso de Chachán Beúnza, que no obstante sí que siguió practicando un deporte que le apasionó. Lo hizo en un equipo menor como el Larraina y en el San Antonio de Segunda Nacional. Además de destacarle como "un gran portero", también le recordaban ayer como "una gran persona".