pamplona - Licenciada en Química y con un Máster en Toxicología y Contaminación Ambiental, Ainhoa Tirapu triunfó lejos de los laboratorios. Siempre tuvo claro que del fútbol no se podía vivir, sin embargo exprime al máximo sus habilidades para seguir blocando balones antes de su retirada. Una lesión en uno de sus tobillos acompaña a la navarra desde hace dos meses, pero ella confía en poder estar a punto para disfrutar de su próximo sueño: el Mundial de Canadá (el primero para España en toda su historia).

¿Cómo se vive fuera de casa?

-Me fui con 20 años y poco a poco me he ido adaptando. Somos una familia bastante independiente y cuando voy a casa, que no suele ser muchas veces, aprovecho para recargar pilas, pero ya me he acostumbrado a vivir sola. Antes compartía piso y siempre estaba rodeada de mucha gente. Ahora que vivo sola es distinto, tengo mi vida hecha y es muy diferente, pero ya son muchos años.

¿Qué echa de menos?

-El apoyo que tienes siempre de la familia, porque hay veces que tienes un mal día y estás sola y se echa de menos que te animen.

¿Procura volver con frecuencia?

-Suelo volver cuando puedo, pero entre que trabajo y entreno normalmente, juntar más de un día libre es complicado.

Y cuando viene, ¿hay algo que no pueda dejar de hacer antes de irse?

-A mí con estar en casa con la familia me basta para amortizar el viaje. Luego ya si tengo tiempo y es una estancia un poco más larga sí que me gusta quedar con la gente con la que llevo más tiempo sin hablar allí, pero yo con pasar por casa ya recargo las pilas suficiente.

Lleva muchos kilómetros encima. ¿Con qué viaje se quedaría?

-Me gustó ir a Venecia, porque no había ido y era un sitio que quería visitar. Sin embargo, me quedo con ganas de volver para verlo mejor.

¿Le faltó tiempo?

-Sí, por eso me quedé con las ganas de volver. Cuando estás concentrada con la selección puedes juntar dos mañanas como mucho, pero dos mañanas que se quedan en nada porque nadie quiere que madrugues demasiado ya que tienes que descansar y porque hay que comer a la hora adecuada antes del entrenamiento. Tuvimos la suerte de tener una tarde con más tiempo, pero nos quedamos con eso de que lo ves, pero no lo ves.

Y enseguida irá a Canadá para disputar el primer Mundial en la historia de España...

-Sí, además nos ha tocado Montreal que me han hablado muy bien y tengo muchas ganas de verlo. A ver cuánto tiempo tenemos porque en la Eurocopa alguna mañana tuvimos libre y fuimos al zoo, que era importante, y sí que hicimos alguna actividad, pero tampoco tuvimos tiempo para mucho.

¿Qué conoce de ese país?

-Nada, lo poco que haya podido ver en la tele. Tampoco tengo mucha información, pero supongo que cuando vaya llegando la fecha iré mirando ¿Qué ver en Montreal? o algo así para informarme (risas). Todavía como me queda tiempo no le he dado muchas vueltas. Sé que es un país bilingüe, que se habla el inglés y el francés, pero poco más.

¿Es usted también bilingüe?

-Sí, sé castellano y euskera. Aprendí el euskera en la Ikastola San Fermín.

Y Mediaset se ha hecho con los derechos televisivos del campeonato. Estará contenta...

-Sí, incluso de amistosos. Nunca habían televisado amistosos y menos en abierto. Algún partido dio Teledeporte, pero fue el de clasificación. Creo que es un avance porque en cuanto se ven en abierto, lo ve mucha más gente. Hasta ahora GolT ha estado retransmitiendo los últimos partidos, pero al ser de pago, llega a menos personas.

¿Tiene algún programa favorito de esa empresa?

-No veo mucho la tele y cuando llego a casa suelo ver series. Tampoco considero que tenga ningún programa favorito, no veo ni Gran Hermano ni Gh Vip... Lo que sé es por lo que leo en la prensa. Operación Triunfo o La Voz sí que veía porque me gustan mucho las actuaciones, pero ahora mismo no veo ningún reality.

¿Qué opina de las relaciones entre periodistas deportivas y deportistas famosos?

-Pienso que cada uno con su vida puede hacer lo que quiera. Supongo que si han encontrado el amor porque se han conocido de esa forma adelante, que vivan y disfruten de la vida. Cada uno tiene derecho a elegir a la persona que quiera y da igual la profesión que tenga o el mundo en el que se han conocido.

Sin embargo, es curioso ver a pocos periodistas con deportistas femeninas...

-Porque todavía la prensa no está tan cerca del deporte femenino. Conoces a la gente en los círculos en los que te mueves y en el círculo del deporte femenino, nos guste o no, la prensa solamente está cuando hay grandes citas. Y ahora porque se están consiguiendo títulos y medallas, pero hasta hace poco tampoco estaba aunque hubiese un Mundial. Hace nada leí un tuit de Eli Pinedo (jugadora de balonmano) que decía: “Espectacular el despliegue de medios en Qatar, lástima dónde estaban cuando hace unos meses éramos nosotras las que jugábamos”.

¿Y qué solución propone?

-Creo que es un problema de la sociedad. La prensa dice que es porque no tenemos tanta expectación como tiene el deporte masculino, pero si la gente no va, los medios no se acercan y si los medios no avisan de que van, la gente no se acerca. Yo a esto le llamo la pescadilla que se muerde la cola y que nadie la rompe. Pienso que no se va a cambiar a no ser que pase como ahora, que está habiendo éxito deportivo y eso acaba atrayendo a la gente.

Es licenciada en Química y además tiene un Máster. ¿Siempre supo que del fútbol no se podía vivir?

-Sí. Sabía que del fútbol como mucho iba a conseguir vivir el día a día, que es lo que tengo ahora, pero cuando me retire aquí no ha dado para ahorrar ni mucho menos. Tengo ya treinta años y tengo claro, y tuve claro desde el principio, que necesitaría algo de lo que vivir.

Y además trabaja...

-Sí, trabajo todos los días. Ahora estoy en Decathlon. En estos momentos podría vivir sin trabajar, pero tengo que pensar en el futuro porque no puedo estar diez años parada sin hacer nada y con 35 años aparecer de repente en el mercado laboral. Me dirán: ¿tú de dónde vienes? Y no les puedo decir que de jugar a fútbol. Soy consciente de que entrar en la vida laboral sin haber estado en algún lado antes es difícil.

¿Dónde se ve trabajando?

-En Decathlon estoy muy agusto, pero también querría aprovechar mis estudios, pero ahora mismo el mercado laboral está complicado. La mayoría de mis compañeros de licenciatura no están trabajando en Química, así que mejor no pensar en el futuro y vivir al día.

¿En qué le gustaría investigar?

-Me encanta el mar y me gustaría trabajar en algo relacionado con ello, pero también me gusta el medio ambiente, que por eso hice el Máster. Esa rama es la mía, pero ponerte un objetivo muy cerrado es un poco irreal y tampoco me gusta mucho porque aunque me surja algo de mi ámbito puedo darme con un canto en los dientes igualmente.

¿Le reconocen en su trabajo?

-Hace poco atendí a un cliente, se fue, volvió y me preguntó si jugaba en el Athletic. Y después me dijo “zorionak”, pero yo no sabía a qué se refería; si era por jugar en el Athletic o por qué.

¿Qué es lo más curioso que le han dicho?

-Un día iba en el metro y una madre le dijo a su hijo: “Mira, es Ainhoa”. Me dio muchísima vergüenza porque estaba llenísimo de gente y todos me miraron.

Pero estará acostumbrada...

-Tampoco te creas. A nosotras no nos conocen tanto, entonces me sorprende cuando me reconocen y en ese sentido me da mucha vergüenza porque nunca sé qué contestar ni qué decir.

Es portera de la selección española y del Athletic. ¿Vivir de las manos requiere un cuidado especial?

-No, las uso como cualquier otra persona. Intento no hacerme daño, pero por ejemplo ahora estoy lesionada y no es de la mano sino del tobillo. Las manos de momento no me han dado demasiados problemas, pero es probable que en un futuro tenga alguna artritis porque ya me lo han comentado porteros veteranos.

¿Importa el tamaño de las manos para tener éxito bajo palos?

-Yo tengo las manos bastante grandes para ser mujer y creo que eso ayuda para blocar porque el tamaño del balón es el mismo para todos. Mi compañera de selección María José Pons hace unos años me decía que yo tenía más facilidad que ella porque tenía dos tallas más de mano (risas). Ella se reía, pero sí, supongo que es más fácil blocar teniendo la mano más grande.

¿Escupirse en los guantes es una manía o trae suerte en las paradas?

-No es cuestión de suerte. Es para reactivar el látex de la palma. Yo prefiero echar agua y si no la tengo cerca y necesito mojar la palma a veces toco el suelo para coger la humedad de la hierba. Pero no me gusta escupirlos porque soy bastante maniática con el olor de los guantes. De hecho, los meto en la lavadora, cosa que no debería hacer porque se estropean.

¿Tiene alguna otra manía?

-Últimamente entro en el campo con el pie derecho, pero tampoco creo que me pasase nada si no lo hiciese; es más una dinámica. No creo mucho en eso, sí que soy más maniática con los colores de la camiseta. Me siento más cómoda jugando con una que con otra y por eso cada temporada elijo una que me gusta más.

Tengo entendido que también tiene un mote.

-Sí, desde los diez años me llaman Sensi. Te lo ponen de niña y ya no hay manera de quitártelo en toda tu vida. De pequeña jugaba con Erika y algunas más y yo no quería ser portera y me obligaban a ponerme. Les decía que no valía tirar fuerte y cuanto más lo pedía más fuerte tiraban ellas y yo me hacía daño en el dedo y lloraba. Entonces de sensible me acabaron llamando Sensi. Y se me ha quedado para siempre.

¿Se considera una persona sensible fuera del campo?

-No demasiado; lo justo y necesario.

Antes ha mencionado el mundial de balonmano. ¿Lo ha estado siguiendo?

-Por lo general me gustan todos los deportes, lo que pasa es que por mis horarios no he podido ver nada.

¿Se fijaría más en los jugadores o en la actuación del portero?

-De los partidos que no tengo conceptos tácticos porque es un deporte que no controlo es inútil intentar analizarlos. En el fútbol puedo valorar lo que está haciendo el portero y ahí sí que me fijo, pero en el balonmano, que no tengo ni idea, no. Intento disfrutar del partido.

En un siete metros, ¿a quién miraría, al meta o al lanzador?

-Me fijo en los gestos que hacen los dos porque muchas veces si te fijas en las caras ves la confianza que tienen en el momento. Me gusta ver deporte en televisión porque puedes apreciar muchos detalles que en el campo no ves.

¿A qué personaje público le gustaría pararle un penalti?

-Tal y como está el mundo político es muy complicado porque no me puedo quedar con uno, pero diría que a todos los políticos que se aprovechan de su posición.

¿Suele estar pendiente de la política?

-Sí, porque mi ama es concejal y siempre he estado pendiente. De la política dependen muchas cosas de nuestra vida aunque no seamos conscientes. Desde luego, sentados en casa y sin votar sí que no cambiamos las cosas.

Si pudiese, ¿qué cambiaría?

-El reparto del dinero, porque es lo que conseguiría que socialmente todos tuviésemos más oportunidades. Ahora mismo no me puedo quejar de nada, pero hay gente alrededor que necesita ayudas sociales que no están llegando porque el dinero se está repartiendo de otras maneras. Creo que se debería priorizar la educación, la sanidad... y no está siendo así.