Milagro - El milagrés Toni Ramírez Naranjo, de 45 años, casado con Anabel Villar Pejenaute, padre de dos hijos, David e Iván, y trabajador de la Guardian Glass de Tudela, se proclamó campeón en tres de las cinco categorías que se disputaron en el Open Nacional de Culturismo Natural, celebrado el pasado fin de semana en la localidad de Terrassa (Barcelona). Trofeos que se unen al del año 2014 en el que fue campeón de la primera edición del Campeonato Mundial UEBBN/WNBA (World Natural Bodybuilding Association) de culturismo natural en la categoría de principiantes mayores de 40 años y con un peso superior a los 70 kilos.
Toni, como así se le conoce en la localidad ribera de la que es natural y donde reside, pertenece al equipo USFS Ultimate Stack, de Madrid, que entrena el pamplonés culturista y excampeón en distintas categorías Mintxo Lasaosa. Para conquistar los trofeos, Toni tuvo que vencer en la categoría sénior de más de 75 kilos a cinco rivales; en la categoría máster de más de 40 años venció a otros tantos; y por último, en la absoluta, que es la prueba que reunía a los ganadores de cada una de las categorías, superaba también a sus tres rivales.
Toni atendió a este periódico en su domicilio, rodeado de su familia, “que me acompaña a todos los torneos y en los cuales siento su calor y su apoyo”, dijo, se mostraba orgulloso de sus éxitos mientras nos mostraba sus preciados trofeos, ganados en el primer Open en el que ha participado este año, y en una misma jornada. “No sé si se habrá dado alguna otra vez esta circunstancia, pero, para mí, es un orgullo y una enorme satisfacción el haberlo conseguido, ya que considero que esto es la recompensa al esfuerzo, la perseverancia, el sacrificio del día a día y a una severa y estricta dieta por lo que me gusta, el culturismo, del que, dicho sea de paso, no obtengo remuneración económica ninguna; más bien lo contrario, tengo que poner de mi bolsillo, ya que tengo que correr con los gastos de desplazamiento y alojamiento cuando voy a participar en los torneos”, revela.
Toni, que reconoció haber recibido multitud de felicitaciones por parte de mucha gente, también dijo, aunque le costase, que echaba en falta alguna. Por otra parte, aprovechó la ocasión para dedicar sus trofeos a su familia, su mujer y sus hijos en particular, que son quienes más sufren y padecen esta afición de su padre; y a su equipo, especialmente a su preparador, Mintxo.
Ramírez resaltó que no hay mal que por bien no venga, ya que la rotura de menisco de una rodilla que sufrió en un entrenamiento allá por el mes de mayo del pasado y que le obligó a pasar por el quirófano, le hizo descansar y llegar al inicio de año con más energía.
Después de una temporada obligadamente sabática, sin competición ninguna, retomó los entrenamientos por su cuenta en el gimnasio de Milagro, además de pronunciarlos y perfeccionarlos durante más de 15 días con viajes a Madrid para ponerse en manos de su preparador. Pero al final obtuvo una gran recompensa y su próximo reto está a la vuelta de la esquina, ya que el próximo sábado participará en Toledo en el torneo de clasificación para el Europeo, competición continental que se celebrará el 4 de junio tierras francesas (concretamente en París) “y en la que espero y deseo estar”, concluyó.