Este martes Alberto Munárriz se proclamó por primera vez campeón de Europa de waterpolo, siendo también el primer oro que logra España en un Europeo, al ganar en la final a la anfitriona Croacia. El navarro, que anotó dos goles en el partido, se cuelga su séptima medalla con la selección y pese a que dispone de unos días de descanso, ya mira de reojo al Mundial que se celebrará en poco más de dos semanas.

Es campeón de Europa. ¿Cómo suena?

–Bueno, suena muy bien, obviamente (se ríe), por lo difícil que es, que España no había ganado nunca un Europeo y eso ya dice de la dificultad. Ha habido selecciones muy buenas a nivel nacional, España ha conseguido ganar tres mundiales, unos Juegos Olímpicos, pero nunca un Europeo. En waterpolo, casi todo el potencial a nivel de selecciones está concentrado en Europa y por eso normalmente tiene un punto más de dificultad ganar un Europeo que un Mundial o unos Juegos Olímpicos. Habíamos jugado dos finales, las habíamos perdido a penaltis y ahora hemos hecho un gran torneo y ya tocaba que acabáramos remontando.

Habla de la magnitud que supone haber conseguido ganar el primer Europeo. Ahora en frío, ¿da tiempo a asimilarlo, o sabrá mejor con el paso de las semanas?

–Tenemos que intentar dar más valor a la continuidad que está teniendo España en el waterpolo durante los años. Al final, los partidos se deciden por detalles. El martes íbamos perdiendo de dos goles a falta de cuatro minutos, fuimos todo el partido perdiendo, el año pasado en semifinales vamos casi todo el partido ganando y nos acaban remontando... Se dan partidos, se dan tendencias, pero lo importante es que España está luchando por medallas en cada torneo y es a lo que hay que darle valor, si en cada torneo consigues estar ahí y tener opciones de medalla, hay veces que ganas y otras que pierdes, e iremos consiguiendo medallas y ese es el objetivo. No que ahora que hemos ganado, vamos el mes que viene al Mundial y lo tengamos que ganar. Creo que la clave es que en cada torneo España esté ahí y son partidos que aprendes a jugar, a gestionar los nervios, la presión de estos partidos y te va curtiendo. Es lo que nos ha pasado, hemos perdido finales, pero las dos últimas las hemos ganado. 

En ese sentido, ¿qué aprendizaje se lleva de esta victoria?

–Creo que depende de las victorias. La lectura que tenemos que sacar de esta es que el partido no acaba hasta que el árbitro no pita y que siempre vas a tener oportunidad si crees y eres fiel a tu estilo. En la final se dieron situaciones, en algunos casos individuales, en otras por el acierto del equipo y conseguimos no salirnos del partido y acabamos ganando. 

Ese no perder la concentración tiene gran parte de la culpa del triunfo

–Sí. Para nosotros fue un partido complicado porque en la semifinal hicimos nuestro mejor partido. Veníamos con una confianza muy alta. Cuando te sale todo en defensa, nos ayudamos mucho, ejecutamos lanzamientos y en la portería paran prácticamente todo, eso te da mucha confianza y en la final fue todo lo contrario. En la primera parte se dan ocho goles y por nuestras características la clave es que el partido no se pare, que encajemos poco. Creo que el mérito en la final, pese a que estábamos teniendo muchas dudas en defensa, que estábamos recibiendo muchos goles, fue intentar seguir siendo fieles a la intensidad y fuimos recogiendo frutos.

“Me han ocurrido cosas muy bonitas, he aprendido de mucha gente y me ha servido para competir en los niveles más altos”

Alberto Munárriz - Campeón de Europa

¿Cómo vivió desde dentro la final y ese último gol?

–El gol de Álvaro tampoco tiene mucha explicación (se ríe) porque es una jugada poco clara, es una genialidad totalmente porque sinceramente, de todo el equipo sólo se le ocurre intentar a él, y al final es muy buen jugador y en ese momento sorprendió a todos, no sé si también a él mismo. Marcó ese gol que nos puso por delante, Croacia tuvo una acción pero creo que se vio superada por haber estado casi todo el partido por delante y que de repente en un momento les metiéramos tres goles. Fue muy duro mentalmente para ellos, y en esa última jugada pudimos defender.

¿Qué se le pasa por la cabeza al final del partido?

–Liberar tensión, por cómo había ido el partido. Creo que España era favorita a nivel de juego, pero no jugamos mejor que ellos. Al final no vale sólo con jugar mejor, hay que saber cerrar los partidos y fue una señal de satisfacción por cómo fue el partido, cómo se había dado y al final fue una liberación. Ya fue una liberación muy grande cuando conseguimos ganar el Mundial, porque veníamos perdiendo finales, ahora veníamos de perder en semifinales, volvíamos a estar en una final y teníamos muchas ganas de ganarla.

¿Se puede decir que se quitan una espina?

–No, yo no lo veo así. No creo que nos tengamos que comparar con nadie, ni que tengamos que pensar en esa sensación de perder esas otras dos finales, que jugamos bien y perdimos en penaltis. Es deporte y te puede pasar. Tenemos que disfrutar de lo que hacemos, que tenemos un equipo muy sano y creo que tenemos que ser conscientes de que si hacemos las cosas bien podemos ganar a cualquiera y esa es la clave para afrontar todos los torneos. Nos gusta competir y qué mejor que ahora en poco tiempo competimos en un Mundial. No tenemos que pasar en lo pasado.

¿Este oro cambia su papel a la hora de afrontar el Mundial?

–No, no, no. La verdad que cuando se da año olímpico siempre está en tu cabeza conseguir la clasificación porque es la gran cita. Lo bueno que hemos hecho es que nunca hemos pensado en ello. Cuando ganamos la final, al cabo, alguien dijo ‘oye, que nos hemos clasificado para París’. Nuestro objetivo era ir a ganar, no pensábamos en lo otro. El entrenador habló al principio de tener un desafío muy grande por delante, que era jugar tres grandes torneos en ocho meses, que nunca había pasado, y que teníamos que ir uno a uno a intentar ganarlos. Ahora viene el Mundial y tiene que ser nuestro único objetivo.

¿Cómo describe este año?

–Es un año locura. Normalmente en año olímpico juegas el Europeo en enero y los Juegos Olímpicos en verano. Por la proximidad de los dos torneos va a ver cómo llegan los equipos a nivel físico y a nivel mental. Pero esperemos que nos recuperemos bien, creo que lo haremos, y lo importante es recuperarnos y llegar a Doha de la mejor manera posible. Hemos estado compitiendo juntos en este torneo y salimos de un punto de partida más alto.

“El recuerdo que todo el mundo tiene de Fermín Manso es de esa persona humilde que lo dio todo por el waterpolo”

Alberto Munárriz - Campeón de Europa de waterpolo

¿Se imagina el Alberto que daba sus primeros pasos en el waterpolo poder llegar a estas cotas?

–La verdad es que no. Como todo el mundo, empecé a jugar porque me gustaba y me divertía y se empezaron a dar pasos. Fui avanzando poco a poco, con ese factor suerte de que fui consiguiendo cosas y estuve en el sitio adecuado en el momento adecuado. Me han ocurrido cosas muy bonitas, he aprendido de mucha gente y me ha servido para poder competir a nivel de clubes y de selección a lo más alto. Creo que es un lujo e intentaré aprovecharlo todo lo que pueda.

Para acabar, siguiendo dentro del mundo del waterpolo, pero cambiando de tema. Hace poco falleció Fermín Manso, no sé si coincidió con usted.

–Nunca me llegó a entrenar, creo, pero coincidí mucho. Era una persona tanto respetada como querida. Él fue el loco que empezó el waterpolo en Pamplona, el que puso todo su empeño para que se practicara este deporte y creo que el waterpolo navarro le debe muchísimo. Me contaron una anécdota curiosa. El que era gerente del Barceloneta, que en su día fue entrenador, siempre cuenta que cuando empezaba hacía viajes por Europa para ver equipos y conocerlos, siempre se encontraba a Fermín Manso. Dice del amor que tenía del deporte, de viajar para ver waterpolo, aprender y conocer. Fue una pena, pero creo que el recuerdo que todo el mundo tiene de Fermín es de esa persona humilde que lo dio todo por el waterpolo y que siempre estuvo ahí para todos.