La selección española de rugby 7 del navarro Ángel Bozal se clasificó este sábado para las semifinales del Campeonato Mundial que se celebra en Los Ángeles, tras sobreponerse a su derrota inicial contra Australia (10-15) con dos victorias sobre Nueva Zelanda (7-5) y Fiyi (24-12). El navarro Ángel Bozal volvió a ser clave.
En el arranque de su debut contra Australia, España mostró las cualidades que la hicieron finalizar en la tercera plaza de la temporada regular, sobre todo precisión y paciencia en el manejo del oval, lo que descosió a la defensa rival tras una larga secuencia de posesión que culminó Paco Cosculluela junto al banderín.
El partido empezó a torcerse en la última jugada de la primera parte, cuando James Turner incurrió por el centro para anotar bajo palos (5-7), y se terminó de pudrir en la primera jugada del segundo tiempo, al dejar caer Jaime Manteca el balón y aprovechar Ben Dowling para anotar el segundo ensayo de los Wallabies.
A menos de dos minutos para el final, el capitán Henry Hutchison tomó una decisión inusual al elegir chutar a palos un golpe de castigo que convirtió Hayden Sargeant, dejando a España sin tiempo para la remontada a pesar de la marca que anotó Jeremy Trevithick a escasos segundos para el final (10-15), si bien el punto bonus sumado gracias a ese ensayo postrero terminó siendo decisivo.
La quinta victoria de la temporada de España sobre Nueva Zelanda llegó al término de un duelo vibrante, en el que ambas escuadras mitigaron sus numerosos errores técnicos con un compromiso defensivo y una agresividad dignos de encomio.
La transformación del propio Ramos le daba una ventaja mínima a España (7-5), que robó el saque de centro mediante Manu Moreno pero no pudo retener la posesión durante el minuto que restaba, de modo que tuvo defender una acción más, hasta que un avant de Rob Rush le dio el triunfo.
Los Leones debían ganar a Fiyi, ya eliminada, por más de siete puntos para meterse en semifinales gracias a un mejor average que sus dos primeros rivales del día y gran parte del trabajo estaba hecho al descanso, pues los ensayos de Laforga y Juan Ramos ponían el 12-0 en el marcador.
Kavekini Tanivanuakula acortó distancias al comienzo del segundo periodo, España volvió al liderato virtual de su grupo gracias a una magnífica acción individual de Eduardo López pero el ala Aisea Nawai desbordaba a toda la defensa española a falta de un minuto. El 19-12 privaba a los españoles de la semifinal y los obligaba a marcar en la última jugada, que comenzó con una recepción perfecta del saque de centro por parte de Bolinches, siguió con una ruptura por el centro de Ramos, quien temporizó y sirvió un pase medido para que Trevithick, formidable su línea de carrera, metiese a su equipo entre los cuatro mejores del mundo (24-12).