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"Lo hecho a mano nunca va a ser perfecto, y es ahí donde está la magia"

La creadora de la marca bilbaina DeMai crea a mano pendientes de arcilla polimérica repletos de colores y diseños únicos, y los muestra en su perfil de redes sociales

En imágenes: Así son los increíbles pendientes artesanos de la marca bilbaina DeMaiCedidas

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Estudiante universitaria en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU, Maialen Elortegui Rodríguez nació en Bilbao, en mayo de 2005. Su nombre artístico es Mai, y actualmente muestra en su perfil de redes sociales, @demai.craft, las creaciones de su marca: DeMai.

“Siempre he sido inquieta y creativa a partes iguales, y, aunque mi vocación esté en la ciencia, el arte y la artesanía siempre han formado y formarán una parte importante de mi vida”, así cuenta Mai cómo fue su inicio en el mundo de los pendientes de arcilla polimérica hace ya tres años, un poco por casualidad. Y es que le gustaban los pendientes grandes y coloridos, pero le molestaba mucho que estos fuesen pesados.

La arcilla polimérica puede hornearse en un horno convencional.

Tras ver en redes sociales que había gente que hacía pendientes de un material muy ligero, fue así como descubrió este uso de la arcilla polimérica. “Empecé con unos pocos bloques de arcilla, tres cortadores y un rodillo, lo suficiente para poder crear infinidad de colores y combinaciones, y acabé enamorándome tanto del proceso como del resultado”, explica la joven artesana.

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Una evolución constante

A día de hoy, Mai considera que lo que es aprender, sigue aprendiendo. Porque, aunque desde el primer momento consiguió unos pendientes que se pudieran llevar, la evolución que ha tenido desde que empezó es evidente. “Y sigo evolucionando”, puntualiza.

Cada vez que hace una nueva colección, añade nuevas técnicas y materiales, así como nuevos pasos tras hornear. “Esto hace que queden más perfectos, aunque, como todo lo hecho a mano, nunca lo van a ser, y es ahí donde está la magia”, destaca.

Los pendientes de DeMai tienen diseños y colores únicos.

Respecto al tiempo que invierte en realizar cada una de sus creaciones, la bilbaina cuenta que depende mucho de la complejidad del diseño. Además, ella crea por colecciones, de forma que le es muy difícil individualizar el tiempo invertido en realizar cada par de pendientes. También busca recalcar que este es únicamente su hobby, pues cuatro o cinco veces a lo largo del año dedica una o dos semanas a realizar los diseños de arcilla (mezclar los colores, hacer los diseños, cortar las formas y hornear), y durante el resto del año poco a poco va completando el proceso hasta tener los pendientes listos.

Y es que, “aunque no son materiales que encuentras en cualquier tienda, si sabes lo que buscas en bastante sencillo conseguirlos. O al menos lo más básico, que podría ser la arcilla”.

Mariposas y pétalos

A Mai le resulta muy complicado hablar de un solo diseño a la hora de mencionar cuál es el más peculiar que ha hecho, porque al fin y al cabo con cada colección ha probado una técnica nueva. Sin embargo, si tuviera que elegir, dos modelos de los que “me siento muy orgullosa” son las mariposas, por la complejidad de la técnica, y los pendientes de pétalos, por la dedicación que requieren y “lo bonitos que quedan”. 

Pendientes de mariposas.

Más allá de una anécdota concreta, Mai le da importancia al cúmulo constante de experiencias que ha vivido durante su proceso creativo. “Desde estar a punto de hacer pendientes a la brasa por haber configurado mal la temperatura del horno hasta dejar restos de arcilla por media casa y mis manos de todos los colores”, concluye.

Pendientes de pétalos.

Así es el paso a paso que utiliza la creadora de la marca bilbaina DeMai

El proceso depende mucho del diseño, pero se podría resumir en los siguientes pasos

Maialen Elortegui, la creadora bilbaina de la marca DeMai, explica cómo es el paso a paso que ella utiliza para llevar a cabo sus pendientes de arcilla polimérica:

1. Amasado y reacondicionado de la arcilla. Aunque la arcilla polimérica es bastante fácil de trabajar, dependiendo de la marca y, sobre todo, si no está recién abierta, es necesario ablandarla y unificarla, bien con las manos y un rodillo o con una máquina de hacer pasta.

2. Mezcla de colores. “Una característica que tienen en común mis diseños son los colores. Me encanta hacer pendientes de todos los colores, por lo que tener bloques de arcilla de cada color me resultaría inviable. Es por esto por lo que suelo partir de colores primarios y algún color básico más, y a partir de ahí realizo todas las mezclas de colores que quiero tener en cada diseño”.

Los diseños de Mai se publican por colecciones.

3. Realización de estampados. Este es el paso que más varía dependiendo del diseño.

- En el caso de pendientes con un patrón muy complejo y concreto, como pueden ser las mariposas, “realizo lo que se llaman murrinas. Primero hago el degradado de colores y a base de cortar la arcilla, añadir los bordes de otro color de contraste y unir los bloques con la forma deseada, consigo una versión grande de una de las alas de la mariposa. A continuación, reduzco ese bloque hasta conseguir un “churro” con la forma de ala y que contiene el diseño en su interior. Después, realizo cortes transversales que compondrán las dos alas de la mariposa”.

- En el caso de los pétalos, “suelo emplear un estampado liso. En estos pendientes es muy importante lograr que la arcilla quede muy fina y uniforme, para que den la sensación de pétalo. Después, corto cada pétalo con la ayuda de un cortador y lo moldeo a mano hasta obtener la forma deseada. En esta colección de pétalos calculo que habré moldeado uno a uno más de 600”.

- En el caso de los pendientes con un estampado más abstracto, “corto los colores de diferentes formas y a veces añado otros detalles para conseguir un brillo extra. Después, mezclo los colores dependiendo del resultado que quiero obtener y aliso la arcilla hasta obtener una especie de lámina del grosor deseado”.

4. Corte de los pendientes. “Este paso lo llevo a cabo en los diseños estampados, degradados o lisos, y me ayudo de cortadores para conseguir la forma deseada para cada pendiente”.

5. Horneado. La arcilla polimérica es “blandita” y flexible, por lo que para conseguir unos pendientes resistentes es necesario hornearla en un horno convencional. 

6. Pulido y agujereado. “Elimino las impurezas e imperfecciones que hayan podido quedar tras el corte y hago un pequeño agujero para poder pasar una arandela”.

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7. Lavado y barnizado. Después del paso de pulido, los pendientes se llenan de polvo, por lo que es necesario lavarlos. Después, “aplico un barniz para arcilla polimérica o resina de secado ultravioleta, dependiendo del brillo deseado”.

8. Montaje. Por último, “uno las piezas que componen los pendientes y añado un poste o gancho para la oreja que complemente el diseño”.