Bilbao. La Expedición Naturgas Hornbein, formada por el navarro Mikel Zabalza, el vizcaíno Alberto Iñurrategi y el alavés Juan Vallejo, confía en una mejoría del tiempo que les permita atacar el sábado por segunda vez la cumbre del Everest (8.848 metros) por el corredor Horbein en estilo alpino. Los tres están en el campo base (5.700 metros) desde el 26 de septiembre, fecha en la que dos avalanchas de nieve a 7.200 metros destrozaron sus tiendas instaladas en pleno Corredor de los japoneses y les obligaron a realizar un peligroso descenso.
Según el último parte meteorológico, recibido ayer, las previsiones anuncian "claros y sol a partir del viernes", aunque se esperan también vientos de "70 kilómetros por hora" cerca de la cumbre hasta el martes, día 13. Si se mantiene la previsión en los partes del jueves y viernes, Iñurrategi, Zabalza y Vallejo saldrán el sábado hacia el corredor Horbein con la intención de llegar el martes a la cima del Everest.
"Una ventana entreabierta" Desde el Campo Base del Everest, el periodista Ramón Olasagasti enviaba ayer una crónica titulada Una ventana entreabierta:
"Si no fuera porque ayer recibimos un parte con ciertos visos de esperanza, hoy, quizás, estaríamos rehaciendo nuestros bidones y desmantelando el CB en espera de los yaks. ¡Vaya tiempo! Pequeños perdigones de nieve arrastrados por el viento chocan contra la tienda noche y día, y ya van unas cuantas jornadas en la misma tónica. El cromatismo de colores se ha reducido al blanco de la nieve y el gris denso y mortecino del cielo, recrudecido por el azote del viento. El amarillo de nuestras tiendas, imperceptible desde la lejanía, apenas destaca en este ambiente invernal.
Octubre sigue implacable. Menos mal que ayer, el e-mail de nuestro meteorólogo iluminó algo este panorama de sombras que se van alargando en todo fin de expedición. Parece que el viernes se van a abrir claros y el sol volverá a brillar. Pero?, siempre tiene que haber algún pero, por el contrario, la intensidad del viento tenderá a aumentar, y puede soplar con rachas de 70 km/h, incluso más. Es decir, no es una ventana nítida. Esa fuerza de viento, allí arriba, a 8.500 puede ser demoledora. A la esperanza de realizar ese ansiado segundo intento le sigue la preocupación lógica de verse envuelto en condiciones poco deseables a ciertas altitudes. Pero está claro que no hay más días; es la única oportunidad y dependerá mucho del tiempo llevarla o no a buen término. Habrá que ver también cómo ha modificado las condiciones de la vía la nieve que ha caído estos días.
El parte recibido hoy puntualiza algo la previsión y dice que a partir del martes podría bajar la intensidad del viento. Alberto, Juan y Mikel se han aferrado con fuerza y, al mismo tiempo, con reservas a ese "podría". Si el parte se confirma, será el último cartucho. La comida comienza a escasear. Hace días que Pasang, nuestro cocinero, no nos prepara ningún postre. Mindu, su ayudante, ha tenido que bajar esta semana a Zhaxizong, su pueblo natal, para la provisión de víveres. Los cuervos, las chovas y una especie de perdices gigantes campan como Pedro por su casa en el CB. Las temperaturas han bajado considerablemente y los datos demuestran que a partir de mediados de octubre en el Everest la única garantía es la de congelarte".
Los partes de mañana y del viernes clarificarán aún más las verdaderas opciones para este segundo intento; es decir, lo abierta o cerrada que estará la ventana. Y también cual puede ser el día de partida. A priori, el sábado parece el día más indicado".