Pasaban se defiende
Denuncia que ha recibido críticas por dudar de una ascensión de Oh eun SUN"Me limité a decir que los sherpas de Miss Oh nos dijeron que no subió a la cima del Kangchenjunga", comenta
vitoria. Hace una semana que Edurne Pasaban tocó el cielo del Annapurna. Ahora descuenta los días para hollar el Shisha Pangma -tenía previsto llegar ayer al campo base- y culminar un sueño compuesto por catorce fotogramas. Se acerca la tolosarra al final de su aventura, la más grande jamás realizada por una mujer, y la atmósfera de felicidad que debería recubrir este momento se llena de matices cabizbajos. En la población de Nyalam, ante las teclas del ordenador, desnudaba el domingo sus pensamientos. Reflexionaba. Se desahogaba. Se explicaba. Es Edurne una persona que la da muchas vueltas a la cabeza.
"Soy superaprensiva. Puede haber un millón de apoyos y una crítica, que soy de las que mira la crítica. Voy aprendiendo a cambiar eso y tengo ayuda externa de entrenadores, psicólogos...", confesaba la alpinista vasca en una entrevista a este periódico el 25 de octubre del pasado año.
La polvareda levantada por las declaraciones en las que afirmaba que Miss Oh no había hecho cumbre en el Kangchenjunga le hizo pensar, provocó que hiciera un barrido a su vida y entonó Pasaban un duro discurso: "Nunca, nunca he sido feliz del todo. Conocida es mi pelea con la depresión, y esos dos años tan difíciles para mi familia y para mí. En la montaña he vivido la muerte de cerca, pero por desgracia la de mis amigos, no la mía. Yo también he sentido la muerte muy de cerca, pero en la vida real, allá abajo. Y encontré lo que buscaba aquí arriba en la montañas, donde sigue existiendo la solidaridad, la amistad, y sobre todo, la libertad. Por esto estoy escalando los catorce ochomiles, porque soy feliz. Y el desafío 14x8000 y la carrera, como queramos llamarla, la hago por este motivo".
las dudas La polémica por las dudas de Oh Eun Sun en el Kangchenjunga fue el motivo por el que Edurne comenzó a reflexionar. "No es fácil hacer esto, ya que algunos de los que leeréis esto pensaréis bien y otros pensaréis mal, pero yo no voy a preocuparme de eso ahora, me voy a preocupar de ser sincera y de contaros lo que siento y lo que estoy viviendo a día de hoy. Empezaría por deciros, que si hubiera sabido que terminar los 14 ochomiles habría traído tantas peleas en los diferentes foros, me lo hubiera planteado. Pero si hay algo bueno, es la libertad de expresión que tenemos. Es un privilegio ya que pienso que cuando alguien dice algo es porque lo siente, y porque se siente bien diciéndolo. Pues ahora es mi momento, hace unos días cuando terminé de escalar el Annapurna, se me ocurrió hacer una declaración sin ninguna maldad de nada, más que una declaración era una confirmación: que los sherpas nos habían dicho que Miss Oh no había subido a la cima del Kanchenjunga. No era nada nuevo, esto ya los sabían los medios de comunicación antes de que yo viniese aquí a intentar completar los ochomiles. Hasta entonces no nos habían hecho ni caso, a nadie le interesaba. Pero por algo que desconozco, ahora sí importa. No sé si importa para que yo sea la primera en terminar los catorce o importa para ensuciar mi carrera. No lo sé, pero importa. Y por supuesto duele ver desde aquí toda la polémica que se ha generado en torno a este tema", comentó.
orgullo y ambición La montañera tolosarra no quiere decir que no tenga el afán de ser la primera mujer en alcanzar los techos del mundo: "No os contaría la verdad si no os dijera que tengo orgullo y ambición, porque lo tengo. Pero dicen que esto no es malo, yo no lo sé". Pero "aclararé ciertas cosas: cuando hace unos años pensé terminar los catorce ochomiles, decidí hacerlo porque me apasiona escalar montañas, porque disfruto mucho, porque es mi vida. Y nunca, como algunos creen, para hacerme ni rica y famosa. Porque ni los ricos, ni los famosos son más felices, y eso se lo podéis preguntar a ellos. Quizás ayuda, pero no lo consigue, y os lo puedo confirmar yo".