"A Iñaki nadie le dejó solo nunca"
la familia ochoa de olza se solidariza con los allegados de tolo calafat Edurne Pasaban destaca que Colibasanu se ofreció a ayudar al mallorquín
pamplona. La familia de Iñaki Ochoa de Olza, el montañero pamplonés muerto en el Annapurna hace dos años, vivió el intento de rescate de Tolo Calafat de una forma muy especial. En 2008 ellos estaban en la posición en la que se encuentran los allegados del mallorquín. Por eso, cuando se supo del fatal desenlace, quisieron transmitir su "ánimo" y "todo el cariño" a la familia de Tolo Calafat. Daniel Ochoa de Olza, hermano del himalayista en cuyo frustrado rescate se implicaron durante más de cuatro días más de una decena de montañeros, sabe que lo que ahora estará viviendo la familia de Calafat es "un momento durísimo", y ha dudado de que haya "una forma en la que se pueda superar", por lo que ha reconocido que "lo único" posible es enviar a sus allegados su "más profundo y sincero pésame".
"De mi parte y de la de mi familia, todo nuestro cariño y mucho ánimo. Lo sentimos de corazón", comentó Daniel Ochoa de Olza, quien ha negado que sea cierto que montañeros como su hermano o como Calafat hayan muerto "haciendo lo que querían. No, lo que querían era vivir, pero han tenido un accidente, aunque son circunstancias de las que eran muy conscientes que podían ocurrir".
En todo caso, ha reconocido que "la vida es así, sin la muerte no tiene sentido y, por desgracia, a unos la muerte les llega antes que a otros. Lo único que se puede hacer es seguir viviendo, recordarles como eran y vivir con esa ausencia".
Respecto a las circunstancias que han rodeado la muerte de Calafat, con problemas de salud que le impidieron seguir el descenso y le obligaron a permanecer varios días a mucha altura, ha considerado que "no es nada similar" a las que vivió Iñaki, de forma que sólo coinciden la montaña donde ha ocurrido, el Annapurna, y "las consecuencias, porque tanto Tolo como mi hermano están muertos". Sin embargo, ha aludido al hecho de que Calafat haya muerto en soledad en la montaña, ya que "por suerte, Iñaki en ningún momento estuvo solo", dijo tras recordar que el himalayista rumano Horia Colibasanu le acompañó a 7.400 metros de altitud durante varios días hasta que le tomó el relevo Ueli Steck, con quien finalmente murió. "Por suerte, a mi hermano nadie le dejó solo nunca, y eso es algo que te reconforta en alguna manera", ha dicho Daniel, quien ha valorado que Iñaki tuvo "la fortuna" de tener al lado a Colibasanu, "el mejor ángel de la guarda que uno puede tener".
Además, los problemas de Ochoa de Olza motivaron que se organizara un operativo internacional de rescate en el que, además de numerosas personas en constante comunicación y organización de materiales y transportes, se implicaron "directamente en el monte más de 14 personas, algunos de ellas llegados desde Katmandú, algo que no había sucedido nunca".
El caso contrasta a su juicio con el de Calafat ya que, pese a darse la circunstancia de que había mucha gente en el monte, por desgracia sólo Horia Colibasanu y Jorge Egocheaga, junto con algún sherpa, se han mostrado dispuestos en todo momento a ayudar". Por ello, recalcó la actitud de estos dos montañeros, que ha calificado de "increíble" y que demuestra que "siempre son los mismos los que, por una causa o por otra, salen a rescatar".
otra vez el rumano También quiso mandar un abrazo a la familia de Calafat la alpinista guipuzcoana Edurne Pasaban, quien se encuentra ya en le campo base avanzado del Shisha Pangma tras una jornada en la que viajaron con los yaks desde el campo base chino hasta el campo. "Desde aquí, desde el Tibet, no podíamos hacer nada, no había tiempo para salir en su ayuda, sólo cabía esperar que el helicóptero consiguiera sacar de allí a Tolo, pero no ha podido ser", se lamentaba Pasaban. La alpinista tolosarra quiso mandar "un abrazo enorme" a Juanito Oiarzabal, Carlos Pauner y Javier Pérez, al tiempo que ha expresado su agradecimiento al montañero rumano Horia Colibasanu y al asturiano Jorge Egocheaga, "por estar dispuestos a ayudar" una vez más.