pamplona. El año 2010 que ahora termina ha sido importante también para dos autores cercanos cada vez más imprescindibles, el donostiarra Antxon Iturriza y el estellés Rufo Ganuza. El histórico periodista guipuzcoano ha culminado otro de sus grandes desafíos editoriales con la segunda parte de Alpes para todos (30 euros), volumen que completa con las regiones de Tirol, Baviera, Ampezzo y Eslovenia la magnífica obra sobre la cordillera alpina que ha tenido ocupado a Iturriza durante estos últimos años. Tras rebasar los 30 años como periodista de montaña y naturaleza, y sin duda como decano de esta labor en Euskal Herria, Iturriza ha dado un salto a los cercanos pero lejanos Alpes, un sistema montañoso en apariencia interminable e inabarcable que se ha recorrido valle por valle no sólo para proponer múltiples recorridos adaptados a todas las exigencias físicas (desde el paseo a la escalada), sino también para reflejar la olvidada pero riquísima variedad sociocultural de una cordillera que aún conserva reliquias lingüísticas como el ladino o el romanche. En definitiva, se trata de una obra definitiva, que explora rincones alpinos injustamente proscritos, yendo mucho más allá y mucho más al fondo que las típicas postales de Chamonix, Dolomitas o Zermatt.
moncayo y bardenas Y de modo mucho más doméstico y cercano, pero desprendiendo la misma energía y entusiasmo por la montaña está Rufo Ganuza, que este año ha publicado Las mejores excursiones por el Moncayo y las Bardenas (14,50 euros), con el que ya suma media docena de guías sobre nuestras montañas. Son 48 rutas originales, descritas con mimo y detalle, con el inconfundible gusto de Ganuza por el medio natural, climático y cultural, dando a conocer curiosas anécdotas de los pueblos aletargados a los pies de las montañas. En fin, buscando (y encontrando) la manera de que el excursionista se demore por la zona después de sumar una cumbre al casillero particular, abogando por un montañismo lento y curioso del que cada vez nos alejan más las nuevas tecnologías, las prisas, la modernidad? La falta de tiempo para pararnos y pensar, en definitiva.