se nos ha ido un compañero de cordada, un hombre que fue rompedor de moldes, no sólo por su actividad sino por sus iniciativas. Era un hombre innovador y pionero.
Nos ha dejado escachados. El recuerdo es bueno, porque Mari, además de ser un amigo, un amigo amigo, siempre te aportaba algo. Era un tío un poco especial, sobre todo por sus ideas. Cuando los demás pensábamos que ya habíamos terminado con una cosa, él seguía todavía. Y tanto las ideas de la montaña, como los proyectos, los que llegó a realizar y los que no, todos eran importantes. En todos había algo de innovación.
De mi época, era el mejor alpinista. No se rendía fácilmente. Cuando empezamos a hacer expediciones, recuerdo la marcha del Daulagiri, en la que se puso enfermo. Le recomendaron irse a casa, pero no se doblegaba por cualquier cosa. Se quedó allí, se curó, vino y subió hasta casi la cima. El ataque de la cima se hizo el día anterior y no llegó por poco. También recuerdo cuando fuimos al K2, en 1983, después de estar dos meses viviendo a más de 5.000 metros, el tiempo no nos permitía subir a la cima. Decidimos volvernos a casa. Él se quedó allí, buscó otro compañero, el británico Roger Baxter-Jones, y los dos solos a punto estuvieron de llegar. Aquello sirvió para que tres años más tarde, en 1986, fuera con Josema a la cumbre del K2 en una ascensión en plan ligerísimo, como se hacía por primera vez en la segunda montaña más alta del mundo y llegó a la cima con Josema. Fue la primera ascensión nacional y uno de los hitos más importantes del montañismo navarro.
Tuvo mucha actividad. Subió 25 veces a la cima del Aconcagua y entre las expediciones destacó una de ir con ciegos a la cima... Cosas que no ha hecho nadie. Ideas suyas propias. Por eso era un gran hombre dentro de la montaña. Para mí, el mejor.
Y cómo amigo, una pérdida irreparable. Hemos vivido de una manera muy profunda. También en el Pirineo, en nuestros montes... Ese disfrute de la montaña a donde, a pesar de que algunos pensaban otra cosa, íbamos a buscar la vida. Allí encontramos mucha vida. Ahora llega el final y te quedas aquí más solo que la una.
El autor es montañero