Cervera ha vivido este sábado una jornada histórica. La localidad leridana se ha volcado por completo con sus dos ídolos, Marc y Álex Márquez, que han regresado a casa tras firmar un hito único en el motociclismo: campeón y subcampeón de MotoGP en la misma temporada.
Desde primera hora de la mañana, miles de seguidores —alrededor de 15.000 personas, según estimaciones locales— han abarrotado las calles del centro histórico para celebrar el éxito de los hermanos y devolverles parte del orgullo que han regalado al pueblo.
"Esto es algo histórico, difícilmente se podrá volver a repetir"
Motores, emoción y raíces
El homenaje ha arrancado sobre las 11:15 con la recepción oficial en la Paeria de Cervera, donde autoridades y vecinos han recibido a los pilotos entre aplausos y cánticos.
Poco después, unas 200 motos han acompañado a los Márquez en un recorrido festivo hasta la Plaça Magdalena de Montclar. Allí, Álex ha protagonizado un momento para el recuerdo al hacer rugir su Ducati Desmosedici GP24 por las calles del municipio: la primera vez que una MotoGP ha circulado por Cervera.
Los comercios se han engalanado con banderas, dorsales y recuerdos de sus campeones, mientras los balcones y plazas han lucido el rojo y el naranja característicos de la saga Márquez. Familias enteras, aficionados llegados desde toda España e incluso seguidores internacionales han querido sumarse a la fiesta.
"Las raíces son las raíces y las celebraciones hay que hacerlas aquí"
Más que una fiesta, un homenaje al pueblo
Álex Márquez ha insistido en que la celebración ha sido "un homenaje al pueblo, a los niños de Cervera que jugaban por las calles y soñaban con llegar lejos".
"Volver y coincidir los dos en plena forma es algo único y hay que disfrutarlo al máximo"
El alcalde, Jan Pomés, ha destacado la organización y la implicación de toda la ciudad: "Cervera se ha volcado. La logística ha sido propia de un evento internacional, con un nivel altísimo para una localidad de este tamaño".
La jornada, además de ser una celebración deportiva, ha servido para reforzar el vínculo entre los Márquez y su tierra. Ambos han prometido seguir trabajando "para dar más alegrías a Cervera y a la afición española".
Mirando al futuro
Marc ha subrayado que esta temporada "ha sido inmejorable", mientras Álex ha reconocido que "cada carrera al lado de Marc ha sido una master class". Ambos han coincidido en que su rivalidad deportiva les ha unido aún más como hermanos y que el próximo año volverán "a pelear por todo".
Con los motores aún resonando en el corazón de Cervera y miles de aficionados coreando sus nombres, los Márquez han vuelto a demostrar que su leyenda trasciende los circuitos: son campeones dentro y fuera de la pista.