Con las altas temperaturas aligeramos el vestuario y usamos prendas más frescas y destapadas, un hábito que también afecta al calzado, por lo que las chanclas y las sandalias ganan protagonismo en nuestro día a día. Pero elegir libremente qué ponerse en los pies solo tiene un límite, y tiene mucho que ver con la seguridad vial.

Cada verano, al coger el coche, ya sea para hacer un viaje largo, para trayectos rutinarios o pequeños desplazamientos en nuestras vacaciones asoma una pregunta en nuestras cabezas: ¿se puede conducir con chanclas?

La respuesta es simple aunque con matices: conducir con chanclas no está expresamente prohibido en la legislación actual, ya que no existe ningún precepto legal que recoja la prohibición expresa de calzar este tipo de zapato en el Reglamento General de Circulación.

Sin embargo, si un agente considera que tu calzado es determinante en la provocación de situaciones de riesgo, sí que podría ser motivo de multa.

Pese al calor y la comodidad de calzar unas chanclas, cuando te pongas al volante siempre debes poner por encima de todo la seguridad, por lo que unas chanclas no son el mejor complemento para conducir, especialmente en situaciones de riesgo o que requieren de cierta agilidad.

Asimismo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha hecho una publicación en Twitter para acabar con esta polémica recurrente de cada verano, recopilando todas las dudas que pueden surgir respecto a llevar o no chanclas mientras conducimos.

Multas de hasta 80 euros

Conducir con chanclas puede acarrear una sanción de hasta 80 euros por limitar la capacidad de movimiento del conductor, aunque en la mayoría de los casos no tendría por qué implicar una pérdida de puntos. Lo más aconsejable para cualquier tipo de trayecto es llevar un calzado ligero, cómodo y bien sujeto al pie que permita tener buen tacto para controlar el vehículo en cualquier situación. 

Es imprescindible elegir un calzado anti-riesgos que sea adecuado durante la conducción para evitar cualquier riesgo de accidente. El Real Automóvil Club de España (RACE) ha elaborado un decálogo con recomendaciones generales para los conductores:

  1. Utilizar siempre un calzado que vaya bien sujeto al pie mientras conduce, lo que permite transmitir correctamente la fuerza a los pedales y evita que se resbale.
  2. Se considera calzado adecuado a aquel que no resbala en los pedales, proporciona buena adherencia entre el pie y los pedales, no tenga elementos susceptibles de engancharse en los revestimientos del vehículo y no sea demasiado grande ni demasiado pesado, de modo que no se pisen dos pedales al mismo tiempo de forma accidental.
  3. Existen productos etiquetados por los fabricantes como particularmente adecuados para la conducción, que incorporan suelas antideslizantes, cordones ajustados o auto cierre y materiales flexibles, entre otros componentes.