Las protestas y reivindicaciones de los trabajadores del sector agrario en las últimas semanas han puesto a los tractores más de actualidad que nunca, llegando incluso al centro de las ciudades dentro de sus movilizaciones y ofreciendo imágenes que han dado la vuelta al mundo, primero en Francia y después extendiéndose por diferentes países europeos, entre ellos España.

Miles de tractores se han dejado ver en lugares donde son casi vehículos exóticos y muchas personas se han dado cuenta de la cantidad de personas cuyo día a día transcurre con esos automóviles de ruedas inmensas. Pero lo que no todo el mundo tiene claro es qué carné es necesario para manejarlos, porque aunque alcancen muy poca velocidad requieren de un permiso ¿Vale con el de coche? ¿Es necesario uno especial?

Hay dos opciones que marca la Dirección General de Tráfico (DGT). La primera es obtener la licencia para vehículos agrícolas (LVA), un permiso especial para los vehículos remolcados o autopropulsados que están diseñados y fabricados para ayudar en las labores agrícolas y por sus dimensiones no excedan los límites establecidos para los vehículos ordinarios y que no puedan superar por construcción los 45 km/hora. Para conseguirla es necesario aprobar un examen teórico y otro práctico, con tres maniobras: M (acoplamiento y desacoplamiento de los remolques), H (cambios de sentido en la marcha) y K (estacionamiento para cargar o descargar con plataforma de carga o rampa).

Su obtención, disponible para mayores de 16 años y que se renueva cada diez años (a partir de los 65, cada cinco) permite conducir tractores agrícolas, motocultores, maquinaria agrícola automotriz (cosechadoras, trilladoras…), vehículos portadores, tractocarros, remolques y semirremolques y maquinaria agrícola remolcada.

El B es más completo, pero sólo con 18 años

La otra opción es contar con el permiso B de conducir, el de coche, que resulta más completo porque autoriza a conducir por vías rurales y urbanas todos los vehículos agrícolas, con independencia de que se superen los 45 kilómetros por hora y de que se exceda la masa máxima autorizada de un vehículo ordinario. Eso sí, no puede obtenerse hasta cumplir los 18 años y también deberá superarse un examen teórico y otro práctico. La obtención del permiso de conducir B supone que la LVA deje de tener validez.

Es decir, el permiso B tiene una jerarquía superior a la LVA, pero esta permite conducir vehículos agrícolas (con sus restricciones) a jóvenes de 16 años que con el B deben esperar hasta los 18.