Cómo proteger tu coche del salitre y la arena de la playa
Diferentes partes del vehículo se ven expuestas a elementos perjudiciales en destinos costeros
Aunque es cierto que no todo el mundo viaja en sus vacaciones de verano ni todos lo que lo hacen se desplazan a la playa, los destinos costeros siguen siendo los favoritos de buena parte de la población. Y viviendo en un país con tantos miles de kilómetros de costa es habitual viajar con nuestro propio coche hasta la playa.
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Pero si nosotros disfrutamos de la cercanía del mar y de la arena, nuestro vehículo no opinaría lo contrario si pudiera hablar, porque durante las vacaciones en el litoral hay elementos como el salitre, la arena, la humedad y el calor que no son beneficiosos para él y que debemos tener en cuenta para mantenerlo en buen estado.
Cómo puedes proteger la pintura de tu coche del sol
Salitre, arena, humedad y calor
En primer lugar, la brisa marina contiene partículas de sal en suspensión que se adhieren a la carrocería, a los cristales y a las piezas metálicas del vehículo, algo que favorece la corrosión de la pintura y la oxidación de los materiales, por muy nuevo que sea el coche.
También es posible que nos hayamos metido con él por caminos de arena y esta puede haber alcanzado los discos o las pastillas de freno, lo que puede provocar fallos en los frenos. Además, la elevada humedad que suele haber en estos destinos puede afectar al sistema eléctrico y generar fallos tanto en la centralita electrónica como en el motor de arranque o en el alternador.
El calor es otro de los enemigos del vehículo. Las elevadas temperaturas tienen su incidencia en la batería, que si ya tiene unos años puede descargarse más rápido, y en el sistema de climatización. También en los neumáticos, cuya goma puede dilatarse y deformarse, perdiendo rendimiento.
Consejos en la playa
Para evitar estos problemas, desde Norauto sugieren una serie de consejos que harán que nuestro coche sufra menos en un entorno hostil para él, asegurando que “las averías más frecuentes en verano y en zonas costeras están relacionadas con la oxidación, la batería y los efectos del salitre sobre pintura y cristales”.
El primero es estacionar a la sombra o en un garaje cerrado para reducir la exposición directa al sol y la acción de la brisa marina, aunque no siempre se puede. También se debe evitar aparcar en primera línea de playa, sobre todo por periodos largos. En caso de tener que hacerlo, mejor estacionar de espaldas al mar para cuidar la parte frontal. Aplicar cera protectora sobre la carrocería antes de viajar también la protegería de los rayos UVA, el salitre y el polvo.
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Utilizar parasoles en lunas y salpicadero nos puede ayudar a reducir la temperatura interior. Si el coche va a estar mucho tiempo parado nos podemos plantear ponerle una funda completa para proteger la pintura exterior. Eso sí, lo recomendable sería ponerlo en marcha y conducir unos minutos cada pocos días para que los sistemas se mantengan en funcionamiento.
El peligro de la arena
Si el coche va a estar en contacto con la arena debemos asegurarnos de cerrar bien las puertas y las ventanillas para evitar que penetre en el interior, algo que no servirá de mucho si entramos al coche con arena o mojados. Hay que sacudir bien las toallas, sillas o sombrillas y limpiarnos bien los pies antes de acceder al interior. De lo contrario la arena se puede incrustar en las alfombrillas, en los asientos o en los conductos de ventilación. En cualquier caso, si hemos circulado por arena o por caminos en torno a playa es importante revisar los discos y las pastillas de freno y comprobar que la arena no haya afectado a los sistemas de seguridad.
Por último es conveniente limpiar el coche a fondo tras las vacaciones, tanto aspirándolo por dentro como lavándolo con agua a presión por fuera, bajos y ruedas incluidos, para eliminar la arena antes de frotar.
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¿Cada cuánto tiempo hay que lavarlo?
Si vamos a pasar bastantes días con el coche aparcado en zonas cercanas al mar deberíamos, a ser posible, enjuagar la carrocería al menos una vez a la semana. Un sencillo gesto que evitará que se acumule el salitre en la superficie y comience a deteriorar los materiales. Si además el vehículo se va a ver expuesto diariamente a lugares con arena habría que mantener esa limpieza exterior semanal y lo ideal sería añadirle un aspirado interior cada dos o tres días. El coche lo agradecerá y puede que nosotros a largo plazo también.