WASHINGTON. El Departamento de Estado norteamericano prevé aumentar en más del doble el número de agentes de seguridad privada en Irak tras la retirada de las tropas de Estados Unidos, y apoyarse así en entre 6.000 y 7.000 subcontratistas, informó hoy el periódico "The New York Times".
EEUU ha dado el primer paso en esa dirección al retirar la última brigada de combate y dejar en 56.000 el número de soldados en Irak.
De ellos, 6.000 saldrán para finales del mes, dando inicio a la llamada operación "Nuevo Amanecer", en la que 50.000 soldados estadounidenses participarán en tareas de estabilidad, asesoramiento, formación y apoyo a las fuerzas de seguridad iraquíes hasta abandonar completamente a finales de 2011 el país.
En la medida en que EEUU se prepara para retirar completamente todas sus tropas de Irak a finales de 2011, el Gobierno está impulsando un importante esfuerzo civil, para el que dependerá, sin embargo, de un pequeño Ejército de subcontratistas para llenar el vacío que habrá dejado el Ejército.
El Departamento de Estado asumirá en octubre del próximo año la responsabilidad de entrenar a la Policía iraquí, una labor que será ejecutada principalmente por subcontratistas.
Sin la presencia de soldados que puedan reducir las tensiones sectarias en el norte de Irak, serán los diplomáticos estadounidenses destinados en dos nuevos consulados y dos oficinas temporales dependientes de la embajada, los que tendrán que prevenir potenciales confrontaciones, indicó el periódico.
EEUU abrirá un consulado en la provincia de Basora, en el sur de Irak, y otro en Erbil, en el Kurdistan iraquí, en el norte, mientras que las dos oficinas temporales de la embajada se ubicarán en la ciudad petrolera de Kirkuk, en el norte del país, y en Mosul, capital de la provincia de Nínive, también el norte de Irak.
Para proteger a los civiles en un país que sigue siendo hogar de insurgentes y milicias respaldadas por Al Qaeda e Irán, Washington prevé más que duplicar el número de guardias de seguridad privada.
Su principal función será garantizar la seguridad de los cinco complejos diplomáticos de EEUU en Irak, previniendo ataques mediante el uso de radares, detectar artefactos explosivos, realizar vuelos de reconocimiento con "drones" o aviones no tripulados e incluso formar equipos de reacción rápida para ayudar a civiles en peligro.
La Casa Blanca ha expresado su confianza en que la transferencia de las tropas a personal civil -entorno a 2.400 personas trabajarían en la embajada de Bagdad y en otros puestos diplomáticos- se llevará a cabo acorde al calendario previsto, señala el diario.
Las preparaciones para pasar de la acción militar a la civil se están llevando a cabo desde hace meses.
Según el Times, más de 1.200 tareas efectuadas por el Ejército estadouidense en Irak serán transferidas a manos de personal civil, traspasadas a los iraquíes o eliminadas de forma progresiva.
El Departamento de Estado prevé además adquirir del Pentágono 60 vehículos especialmente protegidos para resistir ataques con minas y emboscadas, los denominados MRAP, aumentar su inventario de coches blindados a 1.320 y crear una pequeña flota de tres aviones que se sumarán al que tiene actualmente
Su flota de helicópteros, que será pilotada por subcontratistas, aumentará de 17 a 29 aparatos.
La decisión de subcontratar a más agentes de seguridad privada podría crear un conflicto con Irak, que ha tenido numerosos problemas con algunas de estas compañías por incidentes que provocaron muertes de civiles.
Pero los agentes no gozarán de ninguna inmunidad especial y tendrán que registrarse en Irak para que Bagdad tenga cierto control sobre el número y las firmas que operarán en el país.
Además, uno de los funcionarios regionales de seguridad del Departamento de Estado, agentes que supervisan la seguridad en puestos diplomáticos en el exterior, tendrá que aprobar y acompañar a todas las caravanas civiles, aportando así una supervisión adicional.