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El tsunami alcanza las costas de América

Las fuertes olas dejan en California el primer muerto en el continente americano y llegan a Hawai con menor fuerza de lo esperado

El tsunami alcanza las costas de AméricaEfe

Las primeras olas del tsunami originado por el destructivo terremoto que sacudió ayer las costas de Japón llegaron a Hawai con menor fuerza de lo esperado. El estado de California en Estados Unidos era, al cierre de esta edición, el más afectado por la gran ola. En Crescent City una persona perdió la vida y tres fueron violentamente arrastradas por el agua. Una de ellas permanecía desaparecida.

Prácticamente toda la costa oeste del continente americano, desde Canadá hasta Chile, estaban ayer en alerta ante la posibilidad de que de madrugada grandes olas y una crecida del nivel del mar pusieran en peligro a las poblaciones que habitan en zonas de litoral.

En la mayoría de los casos las alertas eran de tipo preventivo (verde). Sin embargo, el Gobierno de Ecuador decretó el estado de excepción y ordenó la evacuación de todas las zonas costeras.

Gerard Fryer, del Centro de Advertencia de Tsunamis del Pacífico, dijo que la mayor altura registrada en las primeras olas llegadas a la isla hawaiana de Kauai fue de un metro. Los expertos habían advertido de la posibilidad de olas de hasta dos metros en Hawai (las que arrasaron el puerto japonés de Sendai tras el terremoto de ayer fueron de hasta 10 metros). No obstante, los expertos advirtieron de que los modelos con los que trabajan demuestran que las primeras olas no son, normalmente, las más poderosas y que aún era pronto para descartar el riesgo de daños.

Antes de la llegada de las primeras olas se había evacuado a los habitantes de las zonas más próximas al mar en Hawai y otras islas estadounidenses en el Pacífico.

El Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos ya había informado de que las olas podían afectar a las costas continentales de California y Oregón.

Por su parte, México registró ayer un leve incremento del nivel del mar en el estado de Baja California (norte). Dos grandes olas llegaron a subir hasta 70 centímetros por encima del estándar normal, mucho menos de lo previsto.

En Ecuador, el Gobierno ordenó la evacuación de todas las zonas costeras del país, donde se suspendieron las clases, y de las Islas Galápagos, situadas a 1.000 kilómetros de la costa americana y donde viven unas 17.000 personas. Los habitantes en esas regiones debían dejar sus casas y trasladarse a zonas altas.

Estaba previsto que las olas originadas por el tsunami llegasen de madrugada a las Islas Galápagos y al territorio continental de Ecuador.

En Chile, que sufrió un maremoto tras el devastador seísmo de 8,8 grados de febrero de 2010, el Gobierno declaró una alerta preventiva en las costas. Las autoridades dispusieron la evacuación preventiva de la Isla de Pascua, donde se esperaban las olas para última hora de ayer. Al Chile continental se esperaba que llegasen de madrugada.

sin clase El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, declaró una alerta amarilla en 17 municipios de la costa del Pacífico, y anunció la suspensión de clases en toda esa región. Más al sur, el Gobierno de Nicaragua decretó una alerta verde, o preventiva, para la zona costera del Pacífico, donde habitan unas 100.000 personas, y movilizó a miles de militares. Las autoridades de Honduras impusieron una alerta verde en la zona costera del Golfo de Fonseca (Pacífico), donde se esperaba que se sintieran los efectos del tsunami de madrugada, y la misma medida se adoptó en la costa oeste costarricense.

La viceministra de Educación de Panamá, Mirna de Crespo, dijo que las escuelas situadas en las costas del Pacífico de este país suspendían sus clases. La misma medida regía en las áreas costeras de ocho departamentos de El Salvador, cuyo gobierno llamó a la población a tomar medidas de precaución y mantenerse alejada de esas zonas.

Las autoridades de Colombia emitieron una alerta de tsunami para sus costas del Pacífico, aunque sin orden de evacuación, ya que consideraban que el único efecto sería un fuerte oleaje.

En Perú, el nivel de alerta era amarillo en toda la costa, y su Gobierno decidió esperar a confirmar la llegada del maremoto para emitir una orden de evacuación en las zonas ribereñas.