Miles de comunistas rusos defendieron a la momia de Vladímir Lenin con una marcha en la Plaza Roja, justo cuando aumentan los llamamientos a enterrar su cuerpo embalsamado con ocasión del centenario de la Revolución Bolchevique de 1917.

“El entierro del cuerpo de Lenin lo propone gente sin cultura e inteligencia. La generación que instaló el mausoleo no dará su brazo a torcer así como así y yo, como oficial soviético, tampoco lo permitiré”, declaró Timur, militar retirado de 81 años.

Los comunistas aprovecharon el 147 aniversario del nacimiento del fundador de la Unión Soviética para hacerle una ofrenda floral y para defender su permanencia en el mausoleo de mármol en el que yace desde 1924.

El centenario de la revolución ha exacerbado los ánimos, ya que varios diputados propusieron en la Duma un proyecto de ley para decidir el lugar para el entierro de Lenin.

Aunque los diputados del partido oficialista retiraron su firma en el último momento, los comunistas reaccionaron con ira e incluso publicaron un manifiesto en el que llamaron al Kremlin a condenar la “peligrosa provocación”, y pidieron garantías de que Lenin no será enterrado.

marcha comunista Precisamente, el líder comunista, Guennadi Ziugánov, encabezó ayer la marcha, en la que participaron tanto nostálgicos del antiguo régimen como comunistas de nuevo cuño y jóvenes miembros del Komsomol (juventudes comunistas).

Además de flores y banderas comunistas con la hoz y el martillo, los más ancianos portaban retratos de Lenin, algunos de ellos descolgados literalmente de la pared de sus casas.

Pero no todos son mayores, ya que Yelena, una profesora de 38 años, fue con su niño de seis, Kolia, quien asegura que su abuelo le ha contado “quién es el abuelo Lenin”, el hombre “que cambió la historia del mundo”.

Curiosamente, a los rusos se les sumaron los comunistas chinos y vietnamitas, que se encontraban en la ciudad haciendo turismo y para los que el mausoleo con la momia de Lenin es un lugar de peregrinación obligado.

Según una reciente encuesta, un 63% de los rusos considera que Lenin tiene que ser enterrado, pero sólo la mitad cree que debe serlo de inmediato.

Y es que, al igual que el presidente ruso, Vladímir Putin, la mayoría cree que su traslado provocaría una división en la sociedad, por lo que es mejor esperar a que los nostálgicos de la URSS sean minoría residual.

Lenin no dejó testamento y su viuda, Nadezhda Krúpskaya, que se opuso a la exposición del cuerpo, dio a conocer el deseo del líder ruso de descansar junto a su madre y su hermano. - Efe