Juani Ruiz, una mujer española que ha dedicado su vida profesional a la sanidad en Palestina, acaba de ser condenada por un tribunal militar Israelí tras haber pasado siete meses en prisión. Fue acusada de recaudar fondos para una organización terrorista y condenada sin pruebas por un tribunal militar. Un total de seis organizaciones que trabajan en los campos de sanidad, agricultura, derechos humanos, derechos de los y las prisionero y prisioneras, derechos de la mujer y de la niñez también han sido acusadas de financiar el terrorismo e ilegalizadas.La alta comisionada de Naciones Unidas Michelle Bachelet condenó la decisión de Israel, llamándolo “un ataque contra los defensores de los derechos humanos, las libertades de asociación, opinión y expresión y contra el derecho de participación pública’’, y dijo que “debería ser revocado de inmediato.” Bachelet afirmó que los grupos diana eran “algunos de los grupos de derechos humanos y humanitarios más respetados en el territorio ocupado Palestino y que han trabajado durante décadas con la ONU.”.

¿Puede explicar cómo utiliza Israel la palabra terrorismo y por qué sintió la necesidad de meter a Juani Ruiz en prisión y calumniar estas organizaciones humanitarias?

-Creo que el régimen de ocupación israelí, como cualquier otro colonizador, ve una amenaza en la sociedad civil palestina y es por eso que hemos visto en años recientes la escalada en acusaciones tanto a individuos como a organizaciones de trabajar contra el Estado de Israel y del terrorismo. Es un uso clásico del término, criminalizar actores de la sociedad civil, es una forma de aterrorizar a la gente y mandar un mensaje a todos los que estén trabajando en contra de la ocupación y colonización de que serán enjuiciados. Es una continuación natural de un proceso que se ha desarrollado a lo largo de los últimos años con la legislación Israelí haciendo que lo que se conoce como “trabajar contra el Estado de Israel” sea un acto criminal y que conlleva implicaciones legales.

Es importante verlo dentro de un contexto más amplio, si recordamos el levantamiento que tuvo lugar en mayo y junio de este año, fue un momento en el que todos: a los ocupantes, al mundo y a la misma gente de la calle de palestina les recordó que el pueblo palestino sigue aquí y que tiene una comprensión muy clara de su propia lucha contra el colonialismo y la ocupación. Ilegalizar estas organizaciones es una de las muchas reacciones que hemos visto recientemente por parte de las autoridades de la ocupación que trabajan en contra de estos actores.

¿Cree que tiene algo que ver con las investigaciones del ICC sobre los crímenes de guerra israelíes?

-Aunque debo decir que los y las palestinos y palestinas tienen un poco de desconfianza hacia el sistema judicial internacional y a su capacidad para influir en nuestra realidad, desde luego que esto podría tener algo que ver. El termino terrorismo es utilizado no solo aquí en Palestina sino en todo el mundo como una palabra mágica que abre la puerta a mayor control para una monitorización más cerrada de la gente, de la misma forma en que la crisis sanitaria del coronavirus fue utilizada en el contexto Palestino-israelí como una herramienta de colonización para reforzar su control sobre la gente. Y creo que este es un buen momento para que todos y todas pongamos en cuestión la palabra terrorismo y lo que realmente significa.

Hablando sobre las seis organizaciones palestinas que fueron declaradas como cómplices del terrorismo, no hay ninguna prueba en los informes que las autoridades de la ocupación han presentado que lo corrobore.

Pero creo que lo más importante es fijarse en el término terrorismo y ver cómo se utiliza y qué es definido como terrorismo. Quiero decir ¿por qué no estamos hablando sobre terrorismo estatal israelí, sobre terrorismo colonial israelí que se está utilizando contra el pueblo palestino no solo en Gaza sino en toda Palestina. Creo que es una buena oportunidad para que todos y todas paremos y examinemos la forma en la que el mundo permite que se utilice la palabra terrorismo.

¿Qué le dice el hecho de tener preso a una ciudadana española durante siete meses sobre la relación entre Israel y el Estado español y con otros estados occidentales en general?

-Esta es una de las muchas historias que muestran que el Estado israelí de ocupación tiene sus intereses y los protege y cómo el mundo en general tolera este comportamiento indignante por parte de Israel, comportándose como el mocoso malcriado que hace lo que quiere y que, incluso cuando se trata de los intereses y soberanía de otros países, por alguna razón estos gobiernos lo consienten.

La propaganda israelí, que ha estado funcionando de forma muy efectiva en Europa, EEUU y otros países del norte global, está consiguiendo que otros países sean tímidos a la hora de manifestarse contra la ocupación, contra el colonialismo. Además de la propaganda creo que los intereses económicos son la razón que está detrás de esto, detrás del silencio de los gobiernos, cuando sus propios ciudadanos están siendo criminalizados, en contra de toda lógica y ley por defender la liberación palestina.

¿Si el gobierno israelí siente que tiene impunidad para tratar a una ciudadana española de esta manera, cómo trata a las personas palestinas que quiere castigar?

-No ha habido apenas un posicionamiento claro a nivel global sobre la gran cantidad de palestinos y palestinas que están siendo asesinados y asesinadas por la ocupación año tras año. Creo que se normaliza cada vez más la muerte de personas palestinas -como si se murieran por causas naturales- cuando han sido asesinadas decenas y cientos cada año desde el comienzo de la colonización israelí.

Aquellas personas que no son asesinadas son encarceladas. Estamos hablando de más de 4.500 presas palestinas en cárceles israelíes en estos momentos. Y tenemos que recordar que estas personas no son criminales. Muchas de ellas están detenidas bajo la llamada detención administrativa, que significa que no se han presentado pruebas contra ellas, pero están detenidas en base a las llamadas pruebas secretas. Algunas de estas personas están en huelga de hambre para protestar por su detención ilegal y muchas son organizadoras comunitarias y trabajadoras de derechos humanos, ONG, etc.

La Cúpula de la Roca, en la explanada de las mezquitas, vista tras una alambrada. Foto: Mundubat/www.theotherjerusalem.org

Fayouz, usted es una ciudadana palestina de Jerusalén/Al Quds. ¿Podría hablarnos sobre la organización con la que trabaja, Grassroots Al Quds?

-Grassroots Al Quds es una plataforma para la organización comunitaria palestina y la movilización y networking en Jerusalén. Nuestro objetivo es investigar y contar el relato de Jerusalén desde el punto de vista palestino. Nuestra investigación se centra en la documentación de la historia de Jerusalén y la situación actual bajo ocupación israelí porque consideramos que este conocimiento es una herramienta que la gente puede utilizar a nivel global y a nivel local.

Apoyamos la organización comunitaria y las iniciativas y organizaciones de base. Y construimos contactos entre ellas para que juntas puedan crear estrategias a largo plazo para Jerusalén, logrando así realizar nuestra visión para la ciudad. A nivel global, contamos la historia de Jerusalén incluyendo el uso de nuestras herramientas para comunicar virtualmente y nuestro libro la guía Grassroots Jerusalén, porque creemos en la importancia de dar voz a la gente palestina, una narrativa que es a menudo censurada o reducida. Es necesario combatir la desinformación a nivel global sobre lo que está sucediendo en Palestina y en Jerusalén.

En 2017 la administración Trump accedió a la exigencia israelí de reconocer a Jerusalén como capital del Estado de Israel. ¿Qué relevancia tuvo este hecho?

-Creo que debería ser visto como un hito más en una línea del tiempo. No es un antes y un después. Pero fue desde luego un resultado directo de los acontecimientos de los últimos años. Especialmente la creciente tolerancia global hacia la ocupación israelí de Palestina y hacia la continua desposesión y desplazamiento de su pueblo. Creo que la declaración abrió el camino para que otros países fueran explícitos en su apoyo a la ocupación de Palestina.

También ha hecho que las autoridades de la ocupación sean más descaradas a la hora de implementar sus planes para Jerusalén y para la transformación de la ciudad que ha ido progresando de forma constante desde 1948 y especialmente desde 1967. Sus planes y prácticas se han vuelto más agresivas y represivas en los últimos años.

¿Cuál es el plan del Gobierno israelí para Jerusalén?

-Desde la ocupación de 1967 el plan para Jerusalén ha sido abiertamente la creación de una población mayoritaria judía en la ciudad y consolidar su control sobre el este y el oeste de Jerusalén para crear la llamada capital unida e indivisa del Estado de Israel, lo cual significa echar a la población palestina con leyes, políticas y planes maestro de la ciudad. Una ciudad que no deja lugar para las personas palestinas y crea más y más infraestructura para la colonización y presencia colona en la ciudad, ya sea residencial o económica. Los planes maestros para Jerusalén, sobre todo el plan Jerusalén 2020 y ahora otros planes como Jerusalén 2050, buscan convertir Jerusalén en un centro económico y de negocios. Estos planes suelen traducirse en un desplazamiento más agresivo de los y las residentes palestinos a través de la revocación de su estatus legal, quitándoles el permiso para vivir en su propia ciudad. Políticas de planificación como la confiscación de viviendas y la demolición de viviendas son muy comunes en Jerusalén. La extirpación literal de las personas palestinas quitándoles su tierra y demoliendo sus casas y empujándolas a abandonar Jerusalén. A la vez, se establecen más colonias y las antiguas se expanden de forma continua. Proyectos económicos coloniales como zonas industriales, centros comerciales y distritos de negocios, se construyen además de las miles de viviendas que se crean cada año.

Este es el contexto en el que se deben entender las noticias que la gente pueda haber escuchado este año, noticias provenientes de Shiekh Jarrah y Silwan. Estas son dos comunidades palestinas muy importantes situadas justo a las afueras de la ciudad antigua, Shiekh Jarrah al norte y Silwan al sur. Son parte del cinturón colonial más estrecho que es el centro de la ciudad. El objetivo es sionizar todo el centro de la ciudad, la ciudad antigua y sus inmediaciones y es exactamente por eso que, observando Shiekh Jarrah y Silwan, puedes ver cuantos distintos tipos de colonización están siendo implementados allí.

La gente habrá oído noticias sobre Shiekh Jarrah especialmente en mayo y junio, pero aún hoy hay 28 familias que se enfrentan al riesgo inminente de ser expulsadas de sus casas porque organizaciones de colonos están reclamando sus derechos sobre el terreno en el que están construidas sus casas. Ya hay un centro médico israelí, un edificio que pertenece a la llamada institución nacional de seguros y hay un llamado parque nacional declarado en los terrenos de Shiekh Jarrah, que es una forma de hacer greenwashing de la ocupación. También hay que tener en cuenta que ya hay colonos viviendo en distintas partes del barrio. En Silwan hay outposts, edificios que han sido tomados por los colonos y convertidos en colonias de edificio único. Solamente en Silwan hay 70 outposts de este tipo. Pero además de eso hay un llamado parque nacional y centro de visitantes bautizado “La ciudad de David” que es gestionado por la organización de colonos llamada Elad.

Más de 170 familias se enfrentan a la amenaza de ser expulsadas de sus casas. 70 casas van a ser demolidas para crear un parque temático, un “parque bíblico” llamado “El jardín del rey”. Y otras 80 familias se enfrentan a querellas de colonos que dicen ser los propietarios legítimos. Alegan que son dueños de la tierra utilizando los tribunales israelíes para quitarles las propiedades a los palestinos. Los diferentes proyectos se están desarrollando conjuntamente de forma muy estratégica y efectiva para echar a la población palestina y asentar a los colonos israelíes.

¿Lo que describe podría ser llamado justamente limpieza étnica?

-Desde luego. La limpieza étnica como herramienta colonial no se inventó en Palestina, pero es una parte integral del régimen colonial. Desde 1967 aquellas personas palestinas que viven en la parte este de Jerusalén se han tenido que enfrentar a una limpieza étnica. Es sistemático. Ya no es tan violento y rápido como en la limpieza étnica de 1948 cuando todos y todas los y las palestinos y palestinas de la parte oeste de Jerusalén fueron masacrados y masacradas y expulsados y expulsadas a la fuerza con armas de fuego y bombas. En 1967 se empezaron a elaborar planes para la expulsión y ha tomado una forma diferente, utilizando la ley israelí que es una herramienta colonial que crea la ilusión de que estos palestinos y palestinas están siendo expulsados y expulsadas porque están infringiendo la ley. Según las leyes internacionales todo lo que están haciendo es ilegal, los asentamientos, el robo de propiedades y todo lo demás.

¿Cómo está participando CAF en este proceso a través de la construcción y operación del proyecto del tranvía de Jerusalén?

-El proyecto del tranvía es como cualquier otro proyecto que se vende como un proyecto de desarrollo urbano y como una herramienta moderna que revitalizará Jerusalén e impulsará la economía. Pero si nos fijamos detenidamente en los planes del tranvía, las líneas existentes y las nuevas que se están construyendo ahora mismo, vemos que el Jerusalem Light Rail (tranvía) es otra herramienta colonial cuyo principal objetivo es conectar los asentamientos en el este con la parte oeste de la ciudad haciendo así que sea más fácil para la población colona israelí vivir en estas colonias y viajar hasta el trabajo en el centro económico. Es parte de la llamada guerra demográfica que las autoridades israelíes han declarado contra la gente palestina, especialmente en Jerusalén.

El tranvía forma parte de una red de infraestructura junto con carreteras que conectan asentamientos del margen oeste entre sí y con Jerusalén y las múltiples líneas de bus que han circulado ya entre los asentamientos durante décadas. CAF, que es cómplice y socio financiero en este proyecto colonial, está tomando un rol activo en la expulsión y desposesión de palestinos y palestinas en Jerusalén simplemente para conseguir beneficio económico.

¿Cómo están trabajando las personas de Shiekh Jarrah y otros barrios para defender sus barrios y su derecho a vivir en sus propias casas?

-La gente de Shiekh Jarrah y de Silwan han dado un buen ejemplo de organización comunitaria. La fragmentación de las comunidades palestinas es un contexto muy desafiante en el que estamos viviendo. Por lo tanto, es muy alentador ver cómo estas comunidades han conseguido organizarse y unirse en una sola comunidad o trabajar juntos y construir redes entre ellos y ellas y con otras comunidades en el Jerusalén palestino.

Es destacable la manera en que utilizaron los medios de comunicación, a nivel local y global, especialmente las redes sociales para movilizar las conexiones que tenían y las conexiones que construyeron durante el levantamiento entre Shiekh Jarrah y movimientos en todo el mundo. Decenas de miles de personas salieron a las calles durante mayo y junio en apoyo a la lucha palestina en Jerusalén y en toda Palestina.

Llamamos al levantamiento la Intifada de la Unidad, porque fue un momento en el que todas las partes fragmentadas de Palestina se movilizaron juntas, algo no visto desde la primera intifada (en la década de los 80).

¿Qué puede hacer la gente en Navarra, Euskal Herria y el Estado español para apoyar los derechos del pueblo palestino?

-En la solidaridad con Palestina se trata sobre todo de ser responsable y hacer que tu gobierno y tus empresas sean responsables y de decir “con nuestro dinero no continuarás apoyando y desarrollando la ocupación y colonización israelí de Palestina.”

¿Y un mensaje para las personas que trabajan para CAF y las comunidades que dependen de la empresa para su bienestar económico?

-Es legítimo preocuparte sobre tu propia existencia, de tu comunidad y de tu familia, pero también es importante que aquellas personas que trabajen en esa empresa o que dependen de ella -con sus prácticas y participación actual en Palestina- sean conscientes de que esto está sucediendo a expensas de la población palestina, de su sustento y de sus familias. Creo que nosotras, las comunidades del mundo debemos apoyarnos los y las unos y unas a los y las otros y otras. Necesitamos utilizar nuestro poder para poner fin a la explotación de gente con fines lucrativos. Podemos responsabilizar a CAF y eso debe hacerse. Movilícense contra la implicación de CAF en Palestina y di “no permitiré que mi sustento sea a expensas de otras personas”.

Habrá una movilización por Palestina y contra la ilegalización de las ONG en el Día Internacional de Solidaridad con Palestina con el apoyo y participación de Rotten XIII. Estatua Carlos III, Plaza del Castillo, 29 de noviembre a las 19:00.