- “Europa se está jugando su propio futuro”. Es lo que cree la investigadora Anna Katarzyna Dulska, del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, que considera que la guerra en Ucrania va mucho más allá de las fronteras del país eslavo.

Así lo apuntó este jueves la investigadora polaca, que cree que “hasta ahora Occidente, con contadas excepciones, ha demostrado pensar a demasiado corto plazo. Eso tiene su coste”.

Mientras que Rusia y su presidente no decidan retirarse de Ucrania, en su opinión, “la pelota militar está ahora mismo en el tejado de la OTAN y la político-económica en el de los Estados Unidos, pero también en el de la Unión Europea”.

“Estamos pendientes de decisiones a varios niveles: tienen que pronunciarse la OTAN, la UE y los países miembros de ambas organizaciones. La OTAN debería iniciar consultas entre sus miembros en el marco del artículo 4 del Tratado, como han solicitado Polonia y Lituania y actuar en consecuencia,“ señala la investigadora, que apunta que la presencia de las tropas de la Alianza en su flanco oriental es “clave para que la respuesta sea efectiva”.

Asimismo la UE “debería imponer sanciones económicas y mostrar firmeza”, sostiene la profesora quien apunta que “aunque parezca obvio, no lo es y tal como han demostrado los recientes viajes de varios líderes europeos a Moscú. La UE no ha madurado lo suficiente su estrategia común para la política exterior, mientras que los intereses particulares de algunos estados miembros parecían prevalecer sobre el interés común ante la ‘cuestión oriental’”.

“Hay voces que llaman a minimizar el impacto económico de las sanciones para las empresas europeas pero hay que contar con la disminución de las exportaciones, si Europa quiere que las sanciones sean de una vez efectivas”, advierte, tras lo que sostiene que “es un precio que tendrá que pagar por no haber sido contundente con Rusia desde el principio. Los posibles intentos por parte de las empresas de evadir las sanciones deberían ser condenados y castigados”.

Por su parte, los países bálticos y Polonia ya han movilizado a sus ejércitos “instruidos por su propia historia”. Son conscientes de la gravedad del asunto y de que lo que está en juego no solo es Ucrania y sus propias fronteras, pero también las de la OTAN y la UE”.