El número de muertes en la operación policial del martes en una favela de Río de Janeiro se elevó a 25 tras el fallecimiento de dos de las ocho personas que habían sido hospitalizadas con heridas de bala, informaron este miércoles fuentes oficiales en esta ciudad brasileña.

Las autoridades regionales informaron de que entre los heridos que finalmente fallecieron se encuentra un menor, también víctima del tiroteo.

De acuerdo con la secretaría regional de Salud, otras seis personas continúan hospitalizadas por heridas de bala, custodiadas por ser considerados miembros de bandas de narcotraficantes.

Entre las 25 víctimas figura una mujer de 41 años que estaba en su casa cuando se registró el tiroteo y fue alcanzada por una bala perdida de un arma de fuego de largo alcance.

Otros 22 son señalados por la Policía Militarizada como miembros del Comando Vermelho, la mayor organización criminal de Río de Janeiro y que controla el tráfico de drogas en la mayoría de las favelas de la ciudad, cuyos líderes eran los blancos de la operación.

La operación tuvo como escenario Vila Cruzeiro, una de las favelas del Complejo de Penha, un gigantesco conjunto de barriadas pobres en la zona norte de Río de Janeiro y en la que estarían escondidos líderes del Comando Vermelho.

El nuevo episodio ocurrió un año después de que una acción policial en otra favela de la zona norte de Río dejara 28 víctimas, con lo que se convirtió en la operación de policía más letal en la historia de esta ciudad. La de este martes fue la tercera más letal.

Para la Defensoría Pública de Río de Janeiro, la "alta letalidad" de la operación permite sospechar que ocurrió "una matanza".

"Hasta el momento se está investigando la legalidad de la operación y la proporcionalidad en el uso de la fuerza. La alta letalidad de la operación levanta la sospecha de que pudo haber sido cometida una matanza", aseguró en comunicado.

La Procuraduría General de la República informó de que, ante las sospechas de posibles abusos de la policía, abrió una investigación para establecer las circunstancias de cada una de las muertes.

Pese a estas sospechas, el presidente de Brasil, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, felicitó a los policías por haber "neutralizado a por lo menos 20 marginales vinculados al narcotráfico tras haber sido atacados a tiros".

Agregó que los muertos fueron responsables del asesinato de al menos 13 policías en lo que va de año y que se les decomisaron 13 fusiles, cuatro pistolas y 12 granadas, y que esas informaciones son omitidas para "demonizar a quienes arriesgan sus vidas por nosotros".

"Lamentamos por la víctima inocente, así como por la inversión de valores por parte de los medios, que eximen a los bandidos de cualquier responsabilidad", agregó el mandatario en un mensaje en las redes sociales.