La representante de la OSCE para la libertad de prensa, Teresa Ribeiro, pidió este martes a las autoridades del Reino Unido que no extraditen a Estados Unidos al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y que tengan en cuenta el impacto de esa decisión "sobre la libertad de expresión".

Ribeiro insta a la ministra británica del Interior, la conservadora Priti Patel, a que tenga en cuenta "el interés público de varias de las publicaciones de WikiLeaks, que han contribuido a importantes informes de investigación y reportajes", según un comunicado.

"Que alguien que revele material de interés público pueda enfrentarse a una larga condena en prisión puede tener un impacto grave y duradero en el periodismo de investigación", señala la encargada de velar por la libertad de los medios en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

En esta línea, Ribeiro recuerda a los 57 países asociados a la OSCE, entre ellos el Reino Unido, que el acceso a información de interés público "permite a las personas tomar decisiones bien informadas, garantiza la transparencia y la rendición de cuentas".

La Justicia británica dio su visto bueno en abril para extraditar al activista a Estados Unidos, cuya Justicia lo reclama por 18 supuestos delitos de espionaje e intrusión informática por las revelaciones de su portal WikiLeaks.

El antiguo hacker se enfrenta a una condena de 175 años de cárcel por revelar los abusos de Estados Unidos en su base militar de Guantánamo (Cuba) y en las guerras de Irak y Afganistán.

Assange, detenido en 2010 por supuestos delitos sexuales hoy archivados, ha pasado más de una década en el Reino Unido, primero bajo arresto domiciliario, luego, entre 2012 y 2019 como refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, y ahora en la prisión de Belmarsh, cerca de la capital británica.