Un sacerdote y tres monjas fueron hoy condenados a penas de prisión de entre 12 y 17 años en Vila Nova de Famalicão, en el norte de Portugal, por esclavizar a novicias, una de las cuales acabó suicidándose.

El Tribunal de Guimarães consideró probado el "clima de terror y miedo" y las "agresiones bárbaras" cometidas por los condenados contra las novicias, que sufrían una situación de "esclavitud", según la sentencia, recogida por la agencia Lusa.

Los abusos, cometidos por un sacerdote que actualmente tiene 90 años y tres hermanas de entre 70 y 75 años, se sucedieron durante tres décadas en un convento de Vila Nova de Famalicão.

Los condenados explotaban a las novicias, que no recibían ningún tipo de contrapartida por su trabajo, para aumentar el patrimonio de la Fraternidad Misionera de Cristo Joven, según el Tribunal.

"Una de las víctimas se suicidó, otras pensaron en el suicidio, hubo adolescencias arruinadas y dificultad para recomenzar sus vidas", señaló la jueza durante la lectura de la sentencia.