La Policía de Sudán ha lanzado este viernes gases lacrimógenos para dispersar un intento de manifestación en el Palacio Presidencial de la capital del país, Jartum. Por el momento no se tiene constancia de víctimas por estos incidentes.

Cabe recordar que estos incidentes han sucedido dos días después de la muerte de nueve manifestantes por la represión de las fuerzas de seguridad en una jornada de protestas contra las autoridades militares.

Las protestas han dejado ya más de un centenar de muertos por la represión, y continúan en medio de los contactos entre las autoridades militares, encabezadas por el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, y las organizaciones políticas y civiles opositoras para intentar solucionar la crisis. Varias partes de la capital han cerrado el paso para impedir la repetición de las manifestaciones.

El golpe de Estado de octubre derivó en la destitución del primer ministro civil, Abdalá Hamdok, si bien las presiones internacionales derivaron un acuerdo para restituirle en el cargo en noviembre, lo que provocó que perdiera apoyo entre las fuerzas opositoras y revolucionarias.

Sin embargo, Hamdok presentó su dimisión en enero como forma de protesta hacia la represión de las movilizaciones y después de que las autoridades militares expulsaran del Ejecutivo a diversas agrupaciones civiles argumentando que actuaban contra los intereses del Estado.

Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019 contra Omar Hasán al Bashir, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno había iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.