La Justicia rusa arrestó este viernes en ausencia al búlgaro Christo Grozev, periodista e investigador de Bellingcat, web especializada en verificación de datos e inteligencia de fuentes abiertas.

El tribunal Lefórtovski de Moscú impuso a Grozev dos meses de medida cautelar, que entrará en vigor en cuanto el periodista sea extraditado a Rusia.

Grozev, estrecho aliado del encarcelado líder opositor, Alexéi Navalni, fue acusado de organizar el cruce ilegal de la frontera, en virtud de los artículos 33 y 322 del código penal, según informó el tribunal a la agencia Interfax.

A finales de 2022 el Ministerio del Interior de Rusia declaró en busca y captura al periodista, que ha revelado la supuesta implicación de los servicios secretos rusos en el envenenamiento del ex espía ruso Serguéi Skripal y de Navalni.

El búlgaro vive desde hace años en Austria, país que en el pasado mantuvo buenas relaciones con el Kremlin, pero cuyos servicios de seguridad protegen ahora a Grozev.

En enero reconoció ante el Parlamento búlgaro que no puede volver a su país, donde dijo que abundaban los agentes rusos, y afirmó desconocer el motivo de su persecución, aunque consideró que esa medida es una amenaza contra todos los que investigan asuntos relacionados con el Estado ruso.

Lo más probable es que haya sido incluido en la lista negra del Kremlin después de que una de sus últimas investigaciones identificase a los 33 militares rusos que programaban los misiles con los que Rusia ataca territorio ucraniano, según Grozev.

Grozev, de 53 años, participó en las investigaciones que identificaron a dos oficiales rusos presuntamente vinculados con el derribo en 2014 del vuelo MH17/MAS17 de Malasya Airlines en el este de Ucrania que causó 298 muertos.

También dirigió las investigaciones periodísticas que identificaron a un grupo de oficiales de la inteligencia militar rusa (GRU) que supuestamente participaron en una conjura para un golpe de Estado en Montenegro en 2016.