Dos individuos no identificados boicotearon hoy el acto de presentación de la réplica de la celda de Alexéi Navalni, instalada frente a la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, lanzándole huevos a uno de los principales aliados del encarcelado líder opositor ruso, Iván Zhdánov.

Los sujetos, dos hombres de mediana edad, huyeron del lugar de los hechos tras increpar a gritos al político ruso en una lengua que el propio Zhdánov no identificó como ruso.

El abogado estaba atendiendo a los medios durante la inauguración de la instalación en la Plaza de las Naciones Unidas de Ginebra cuando sufrió la agresión. En ese momento, le arropaban unas treinta personas.

Zhdánov dirige desde el exilio en Lituania, donde permanece junto a su familia, el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), una organización sin ánimo de lucro fundada por el propio Navalni en el año 2011.

"Intentamos perseguirlos, pero agarraron algunos palos de una valla y tenían intenciones de pelear con nosotros", comentó tras el incidente en declaraciones a EFE.

Zhdánov calificó este acto de "ridículo y vergonzoso" en un tuit en el que también adjuntó una imagen de su rostro con restos de huevo y magulladuras.

Éste es el primer ataque que sufre esta exposición, que ya había sido presentada en otras ciudades europeas como Berlín, París o Praga, bajo el lema #FreeNavalni.

La instalación, que consta de un bloque de hormigón de tres metros de largo y dos de ancho, emula la minúscula y claustrofóbica celda de aislamiento en la que se encuentra recluido el disidente ruso en una colonia penal de alta seguridad a cien kilómetros de Moscú.

Se trata de una experiencia inmersiva que pretende, en palabras de Zhdánov, "hacerte sentir incómodo" para poder comprender la situación de reclusión de Navalni.

Juicio a puerta cerrada

A pesar de su actual condena por supuesto "fraude y desacato a los tribunales rusos", el opositor, que lleva en prisión desde 2020, cuando volvió de Alemania tras ser ingresado por un envenenamiento, se enfrenta ahora a otra posible condena frente a la justicia rusa.

La última vista preliminar, celebrada el pasado 6 de junio, podría suponer una nueva condena de tres décadas de cárcel para Navalni, por financiar supuestamente a la FBK, que Rusia tacha de "organización extremista".

En este sentido, Zhdánov denuncia que este juicio se está celebrando "dentro de la prisión y sin acceso a ningún medio de comunicación europeo".

Además, Navalni no ha tenido acceso al tomo de los materiales de la acusación, pues solo cuenta con media hora para leer al día, aseguró su asesor.

Zhádnov, que también está acusado de varios delitos penales como el de desacato a orden judicial, cuenta con una orden de búsqueda y captura internacional que le ha obligado a exiliarse.

Apoyos nacionales e internacionales

La FBK, declarada recientemente como "organización indeseable" por el Ministerio de Justicia ruso, convocó el pasado 4 de junio una jornada mundial en apoyo de su líder, coincidiendo con su 47º cumpleaños.

Ese día tuvieron lugar numerosas protestas en Rusia y en otros países, en los que muchos defensores salieron a las calles para exigir la liberación del opositor encarcelado.

Navalni es el principal opositor al régimen del presidente Vladímir Putin dentro de Rusia y, según Zhdánov, "representa a una gran parte de la sociedad rusa que está en contra de la guerra".

Intento de asesinato

No sólo sus partidarios, sino también los organismos judiciales internacionales le han dado la razón al opositor, pues el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó la semana pasada a Rusia por no haber desarrollado una investigación judicial pertinente acerca del envenenamiento que sufrió Navalni hace tres años.

"Putin trató de asesinar a Navalni una vez y creo que es posible que pueda intentar hacerlo de nuevo", afirmó Zhdánov a EFE, minutos antes de ser agredido en Ginebra.

La sentencia, emitida el pasado 6 de junio, obliga al gobierno de Putin a desembolsar un total de 40.000 euros para indemnizar al líder de la oposición por daños morales.

En este sentido, Zhdánov aseguró que el Ejecutivo ruso se niega totalmente a asumir cualquier responsabilidad ante los tribunales europeos y que, de momento, se están limitando a "fingir que no ha pasado nada".