El Servicio de Espionaje Exterior de Rusia instaló hoy frente a su cuartel general en Moscú una estatua de Félix Dzerzhinski, el fundador de la Cheka, precursor del KGB, cuyo monumento en el centro de la capital rusa fue desmontado en agosto de 1991, pocos meses antes de la caída de la URSS.

"Dzerzhinski ha vuelto", titula la agencia oficial RIA Nóvosti sobre la ceremonia presidida por el director del SEE, Serguéi Narishkin, en el día que nació "el chekista número uno". "La imagen del jefe de la Comisión Extraordinaria de toda Rusia se convirtió en uno de los símbolos de su época, un paradigma de la honestidad cristalina, de la dedicación y el sentido del deber", dijo.

Narishkin subrayó que sus frases de que "sólo puede ser chekista una persona con la cabeza fría, el corazón caliente y manos limpias; fueron una importante guía moral para varias generaciones de oficiales de seguridad de nuestro país".

"Fue fiel a sus ideales hasta el final, sus ideales de bondad y justicia", señaló durante un acto celebrado en el sur de Moscú y que coincide con la ola de purgas contra opositores y disidencia que estalló desde el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero de 2022.

UNA COPIA DE LA DE 1991

La estatua de bronce erigida hoy es una copia de menor tamaño -obra de Vladímir Ivanov- de la que estuvo instalada entre 1958 y 1991 en la plaza Lubianka, frente a la sede del KGB.

Como el original, el monumento del fundador de la policía soviética es imponente. Incluye su inseparable bigote y el pedestal ostenta el emblema del KGB.

El antiguo monumento fue retirado el 22-23 de agosto de 1991 tras el fallido golpe de estado perpetrado contra el último líder soviético, Mijaíl Gorbachov.

En 2021 la organización Oficiales de Rusia, que incluye a veteranos del Ejército y de los órganos de seguridad del Estado, propuso devolver la histórica estatua al centro de Moscú.

ENTERRADO JUNTO A STALIN

"Ningún otro político en la Rusia actual podía haber controlado la situación y evitado la completa desintegración del país entre 1917 y 1920", comentó entonces a EFE Alexandr Mijáilov, jefe de dicha organización.

Desde su desmontaje, la estatua ha permanecido en un parque al aire libre, donde se exponen monumentos de dirigentes soviéticos que no resistieron la ira de las masas, incluido Lenin y Stalin, que aún tiene la nariz rota.

La figura de bronce del conocido como Félix de Hierro fue sustituida por una roca procedente del primer GULAG de la historia, el archipiélago de Solovkí.

Dzerzhinski (1877-1926), que está enterrado junto a Stalin en la necrópolis situada tras el mausoleo de Lenin, cuenta también con un mosaico en el barrio que llevaba su nombre en el noreste de la capital y un busto en el recinto del Ministerio del Interior.