Los combates en Gaza se centran en Jan Yunis, una ciudad repleta de civiles desplazados

Las Fuerzas de Defensa de Israel han alcanzado en las últimas 24 horas más de 450 objetivos catalogados de "terrorista" en la Franja de Gaza, donde se han recrudecido los ataques en la zona sur, especialmente en la localidad de Jan Yunis, considerada por las autoridades israelíes como un bastión del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).

Al menos cinco palestinos han muerto este viernes de madrugada tras un bombardeo del Ejército de Israel contra una vivienda en el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, según medios palestinos. En total, más de 17.000 personas han fallecido desde el inicio de la ofensiva hace dos meses.

Jan Yunis, epicentro de la guerra

La ayuda humanitaria prácticamente se ha detenido en Jan Yunis, ciudad del sur de Gaza adonde durante los primeros dos meses de conflicto se trasladaron buena parte de los civiles del norte de la franja forzados por Israel pero que ahora se ha convertido en principal foco de las hostilidades, denunció hoy la ONU.

En su informe diario sobre el conflicto entre Israel y Hamás, la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas subrayó que ya sólo está pudiendo distribuir ayuda en Rafah, en el extremo sur de Gaza y junto a la frontera con Egipto.

"La zona media de Gaza está virtualmente desconectada del sur, debido a las restricciones de movimiento de Israel en las principales carreteras", subrayó el informe, recordando que el acceso al norte está paralizado desde el fin de la tregua el 1 de diciembre.

Este jueves, la única ayuda humanitaria que pudo llegar a Jan Yunis fueron suministros médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Hospital Europeo y el Complejo Médico Nasser, las principales instalaciones sanitarias de la localidad.

Sólo 14 de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando, y de ellos sólo dos se encuentran en la mitad norte, ocupada por las fuerzas israelíes y donde se habían concentrado los combates antes de la pausa humanitaria que se acordó entre el 24 y el 30 de noviembre.

El informe indicó que uno de los dos hospitales que aún operan en el norte, el Al Awda de Jabalia (extremo septentrional), fue rodeado por el ejército de Israel y sufrió daños debido a bombardeos israelíes y disparos de francotiradores.

La OMS ha documentado por ahora 212 ataques en instalaciones sanitarias de Gaza, y alerta de que los dos principales hospitales del sur de la franja están funcionando al triple de su capacidad.

El informe destacó que en las últimas 24 horas centenares de hombres, algunos adolescentes, fueron detenidos en una escuela de Beit Lahia (norte de Gaza) donde se refugiaban y llevados a un emplazamiento desconocido, acusados por Israel de posible afiliación a Hamás.

Según la ONU, todavía siguen llegando camiones con ayuda humanitaria a Gaza (69 el jueves), pero la posibilidad de gestionar estos envíos por parte de Naciones Unidas se ve muy dificultada porque muchos vehículos han quedado bloqueados en la zona media de la franja.

Los frecuentes cortes de telecomunicaciones y la pérdida de contacto con muchos trabajadores de agencias de la ONU también dificultan la administración de ayuda, indicó el informe.

Naciones Unidas recuerda que los desplazados internos en Gaza ascienden ya a 1,9 millones, alrededor del 85 % de la población total del territorio palestino, entre ellos 1,2 millones refugiados en escuelas y otras instalaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

Desde el 3 de diciembre, decenas de miles de desplazados han llegado desde Jan Yunis y otras zonas a Rafah, en el extremo sur, donde las condiciones de hacinamiento según la ONU son "extremas", sin espacio siquiera para poder acampar en las calles y zonas abiertas.

"Miles de personas esperan durante horas en los centros de distribución de ayuda, en desesperada necesidad de alimento, agua, alojamiento, servicios sanitarios y protección", indicó la ONU.

Según sondeos realizados por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), un 36 % de las familias de Gaza sufren hambre severa, y un 63 % asegura haber pasado sin comer durante días enteros.

La ONU, preocupada por la detención de palestinos

El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, ha calificado de "preocupantes" las imágenes difundidas por medios palestinos sobre personas detenidas por el Ejército israelí en la Franja de Gaza por mostrar un trato "indigno" hacia seres humanos.

"Las imágenes que hemos visto esta mañana son muy preocupantes porque todo el mundo tiene un derecho básico a la dignidad humana, y las imágenes sobre cómo se trata a la gente son muy preocupantes", ha declarado Dujarric durante una rueda de prensa.

Estas imágenes grabadas por residentes y periodistas, que según el portal de noticias Middle East Eye no han sido verificadas independientemente, muestran a decenas de detenidos hacinados, despojados de gran parte de sus prendas, con los ojos tapados y las manos atadas.

Biden insiste en al necesidad de proteger a los civiles

El presidente estadounidense, Joe Biden, subrayó este jueves al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la necesidad de proteger a la población civil en Gaza y de habilitar corredores humanitarios que les permitan desplazarse con seguridad desde las zonas de conflicto definidas.

En su conversación telefónica, el mandatario demócrata subrayó también la importancia de que llegue un flujo continuo de ayuda humanitaria a Gaza, y aunque saludó que Israel haya aprobado un aumento "mínimo" adicional de la cantidad de combustible que se entrega, destacó que es necesario hacer "mucho más".

Según el comunicado de la Casa Blanca, los dos líderes abordaron la situación en el enclave palestino y Biden le transmitió su "profunda preocupación" por los rehenes que aún no han sido liberados.

El presidente estadounidense reiteró que el Comité Internacional de la Cruz Roja debe tener permitido el acceso a las personas todavía retenidas por el brazo armado del grupo islamista palestino Hamás, a quien Estados Unidos sigue culpando de la ruptura del alto el fuego, que comenzó el 24 de noviembre y duró siete días.