Fue uno de los momentos más especiales que vivió el papa Francisco en sus atípicos y multitudinarios viajes de avión, en los que el obispo de Roma aprovechaba para participar en corrillos, tomar el micrófono e improvisar una rueda de prensa o dar consejos a quien se le acercara. Ocurrió en julio de 2022, durante un desplazamiento a Canadá.

En un momento dado, al Papa se le acercó una mujer. Era Cristina Cabrejas, corresponsal de la Agencia EFE en Roma y El Vaticano. Cabrejas quería entregarle en mano uno de los regalos más especiales que recibió Francisco durante su papado: el casco que llevaba el periodista navarro David Beriáin en el momento de su asesinato, un día como hoy de hace justo cuatro años.

Cabrejas, que hizo llegar el casco en nombre de Rosaura Romero, viuda del periodista, y de la asociación Reporteros Sin Fronteras, pudo explicar brevemente al Papa la labor que hacía el reportero navarro.

La historia de la productora '93 metros'

"Le hicieron una emboscada mientras hacía un documental en África para la protección de la naturaleza, y eso no sentó muy bien allí", le explicó Cabrejas al pontífice, atento a la historia. "David tenía una productora que se llamaba 93 metros. ¿Sabe por qué se llamaba así? Eran los metros que iban desde la casa de su abuela a la parroquia, y eran los que todos los días hacía la señora para ir a rezar", concluye.

La entrega, además, se produjo en un día señalado por la Iglesia Católica, que el 24 de julio celebra el día de los abuelos y los mayores. De hecho, el Papa interviene en la historia para hacer ver que le parece entrañable "recordar estas cosas" en "el día de la abuela".