olvidaron por unas horas que son padres de familia, hombres y mujeres serias, jóvenes que apuntan una carrera meteórica, con trabajos distinguidos, que a veces llevan corbata y traje de raya diplomática. Obviaron el temporal y las voces que les advertían que se abrigaran un poco más, que se había levantado una mañana muy fría. Nada pudo detenerles. Al llegar el medio día se desmelenaron, sacaron su personalidad oculta y se mostraron al mundo así, convertidos en sus ídolos secretos, en sus más admirados héroes de cómic, de la televisión y la farándula.

El Gran Desfile de Carnaval comenzó en Tudela con los rugidos de las motocicletas del grupo Legionarios, que aprovechó este momento para incidir en su lucha contra los quitamiedos de la carretera. Lo hicieron mediante una comitiva de plañideras heavy que velaban un dudoso cadaver vestido de cuero (muy pálido, con la cabeza vendada y los labios morados) que de tanto en tanto se incorporaba de su féretro en el que se podía leer "guardarraíles asesinos". A tan solo unos metros le seguían los zampantzar de la peña Beterri y poco después el grupo Perfusión anticipaba, con su batucada desenfrenada, la aparición de las damas de la ciudad. Con vistosos atuendos de reinas medievales, el colectivo de mujeres del barrio de Lourdes demostró que siguen siendo indiscutibles en el arte del reciclaje, las tijeras, la cartulina y el buen humor. Tras ellas, el grupo Nuevo Encuentro de Bolivia danzaba y movía sus tocados de plumas a la vez que desplegaba sus vestidos de colores luminosos.

Los gigantes Perrinche y los del colegio Anunciata (también con antifaces) daban vueltas al ritmo que marcaban unos gaiteros de Tudela muy cavernícolas. El grupo de danza ecuatoriano Nuestras Raíces dió paso a los astronautas. Les seguían ellas, delicadas y con tutú; el Grupo Municipal de Danzas convirtió en un sofisticado teatro las calles de la ciudad con su delirante adaptación de El lago de los cisnes (que incluso Tchaikovsky habría aplaudido entusiasmado). Unos escoceses, que (por fin) habían capturado a Nessi, y el grupo Timbakada convertidos en piratas del Caribe cerraron esta cita.

castejón y valtierra

Monstruos y nobleza

Al desfile y concurso de disfraces que se celebró en Castejón el pasado sábado asistieron incluso dobles de la nobleza, como la mismísima Duquesa de Alba (todavía en silla de ruedas) y su novio quien le mostraba la localidad con amor. Este disfraz consiguió el primer premio de 60 euros que distinguía a la mejor idea individual o por parejas. Por su parte, el grupo que recreaba el monstruoso videoclip de Michael Jackson, Thriller, se llevó 650 euros al premio de comparsas.

El carnaval en Valtierra se llenó de personajes históricos (como el Cid Campeador, Doña Gimena o Cleopatra), de personalidades de cuento y estrellas del cine. En la modalidad de adultos reconoció con 360 euros a la carroza Valtierranos en Holanda, por su parte, el premio a la comparsa de 260 euros recayó en Los reyes del rock y Avatar se llevó el galardón individual.