MUTILVA BAJA. Dentro de unos días, los padres y madres que han solicitado plaza en alguna escuela infantil pública en la Cuenca podrán saber si han aceptado o no a su hijo. Como ocurre cada año, muchos de los pequeños conseguirán acceder al centro deseado, mientras que otros tantos se quedarán fuera. Ya se sabe, demasiada demanda para una escasa oferta. Sin embargo, hay un municipio donde todos los niños de 0-3 años tienen garantizada una plaza en la escuela infantil: el Valle de Aranguren. Y no sólo ahora, con la actual demanda para una población de unos 7.000 habitantes, sino que en un futuro, cuando se desarrolle Entremutilvas (hay 2.000 viviendas previstas) y la población se incremente, la educación en este tramo de edad también está asegurada. "Ya tenemos reservadas dos parcelas en este sector y en el momento en el que veamos que la gente empieza a vivir y los actuales centros ya no dan la cobertura necesaria, construiremos los nuevos", explica el alcalde del Valle de Aranguren, Manolo Romero (independiente).

Este municipio de la Cuenca pamplonesa dispone de dos centros para niños de 0-3 años: Kuluxca, que cuenta con 40 plazas y está ubicado en la plaza Idoi, fue el primero en ponerse en marcha hace unos diez años. "Por entonces", indica Romero, "se planteó para la población que tenía Mutilva Baja, en torno a 4.000 vecinos. Sin embargo, pronto se pensó que si se desarrollaban las urbanizaciones de Santxiki, en Mutilva Alta, e Ibaialde, en Mutilva Baja, había que construir un nuevo centro o ampliar el que ya funcionaba, con el fin de que los vecinos lo tuviesen ya cuando fueran a vivir". Es entonces cuando se decidió levantar una nueva escuela infantil: Ttipi-Ttapa, en el paseo Ibaialde -muy próxima al colegio público San Pedro-, con capacidad de hasta130 alumnos. Aunque se trata de dos edificios diferentes, en realidad funcionan como un mismo centro de 0-3 años, con una única dirección para ambos. En la actualidad hay 171 inscritos y los 70 niños que han solicitado plaza para el próximo curso ya la tienen garantizada. Y pese a que los empadronados en el municipio tienen prioridad, sólo hay que comprobar que en el presente curso 40 niños proceden de fuera de Aranguren. "En este caso, el Ayuntamiento asume la parte que en teoría le corresponde a su entidad local, y aquí estamos hablando de unos 70.000 euros".

REVERTIR LOS INGRESOS Para Manolo Romero, la razón principal para tener cubierta esta demanda radica en la previsión y la correcta planificación. "Para nosotros, la escuela infantil es un servicio prioritario, para favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar. A la hora de planificar los servicios públicos hay que priorizar los más necesarios y para una población joven es fundamental éste, ya que si no les garantizas esta prestación les estás coartando muchas posibilidades", sostiene. Por ello, el regidor municipal ve indispensable que los ingresos generados en cualquier desarrollo urbanístico, se reviertan en el mismo. "Si hay población, esto te genera unos ingresos tanto en el reparto de Haciendas Locales como por la construcción de las viviendas, y lo mejor es que se inviertan de nuevo allí donde se han producido, dando unos servicios", añade.

Desde el Ayuntamiento del Valle de Aranguren, además, son conscientes de que en algún curso la demanda de plazas puede ser mayor que la ofertada. En este caso, Manolo Romero explica que el Consistorio dispone de "unos locales anexos a la guardería en la plaza Idoi, que se podrían habilitar en caso de alguna emergencia de este tipo". Sin embargo, el primer edil recuerda que lo importante es la previsión, y que "siempre que hacemos una inversión en un servicio público, que sabemos que va a ir a más, hacemos reserva de espacios. Eso en la Cuenca no se hace en todos los sitios", considera.