Navark quiere usar un georradar para buscar restos de la judería nueva de Estella

estella-lizarra. La empresa que realiza los trabajos arqueológicos en Estella-Lizarra, Navark, quiere buscar restos de la nueva judería con un georradar y para ello ha solicitado presupuestos. Este sistema permite conocer mediante ondas si hay objetos y también sirve para, por ejemplo, delimitar las alturas de los muros y hasta dónde llegaba la judería. Mikel Ramos explica que en todo caso la utilización de georradares es siempre más económica que excavar, "además, de que los hallazgos hay que mantenerlos y eso conlleva un coste, de otra manera sabremos qué hay y dónde antes de excavar", dijo.

La judería nueva ya ha sido objeto de excavaciones cuando hace año y medio el Centro de Estudios de Tierra Estella realizó varias catas sobre el terreno, que es de propiedad particular, y en aquel momento se encontraron numerosos restos de vasijas y otras piezas. Con la nueva propuesta de Navark se trataría, además de localizar nuevos objetos, de determinar exactamente hasta dónde llegaba la nueva judería. Lo que ya se sabe es que estuvo construida en varias alturas. "Sería un poco del estilo a pueblos como Cirauqui, con diferentes alturas y muchas cuestas. Eso es lo que parece", señala y explica que, de encontrar algo, esperan que sean muros. "Paredes hay, pero no sabemos si son las que delimitan las calles o las viviendas", explica el jefe de obra, Paco Labé. En cuanto a los objetos, hace unas semanas hallaron lo que en su tiempo sería una luminaria para la fiesta de Januca. "En ella hay siete cazoletas con velas y se comenzaban a encender una cada día desde el sábado, denominado sabbath, hasta que finalizaba la semana. Es una prueba clara de la presencia de los judíos", señala Ramos.

Actualmente, Navark no se encuentra realizando ningún trabajo en la nueva judería después de que en los dos últimos años se hayan restaurado más de cien metros de la muralla.

san miguel Donde sí que están trabajando es en la muralla de San Miguel, puesto que corría riesgo de derrumbe. Allí están consolidando los restos ubicados junto al albergue parroquial y en cuatro semanas estas obras quedarán finalizadas. No obstante, Mikel Ramos ya adelanta que el resultado va a sorprender. "Como no sabemos qué tipo de piedra era la original puesto que en muy pocos metros de muralla hay hasta cuatro diferentes , no podemos reconstruir inventándonoslo, así que vamos a poner un muro de encofrado", explica. Este muro va a estar construidos con áridos de la cantera de Murieta y las juntas serán de arena final de Aberin. Navark también está a la espera de confirmar la existencia de un paso de ronda en la muralla de San Miguel.