PAMPLONA. El plan de movilidad encargado por el Ayuntamiento de Burlada propone la construcción de sendos parkings subterráneos en la plaza de la iglesia de San Juan y en la plaza Ezkabazabal si bien, en este último enclave, el estacionamiento sería en "sus inmediaciones", aclara el alcalde, José Muñoz, puesto que ya existe uno vecinal. La creación de estos aparcamientos o la ampliación de plazas en superficie sería una solución para la "saturación" que sufre el municipio -y que también padecen otros lugares de la Cuenca- y que hace que para los vecinos sea "imposible" o "muy difícil" el aparcar, sobre todo en determinadas horas.

Entre los datos que se recogen en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Burlada, tal y como se le denomina, está que en un día laborable medio se realizan 38.668 viajes. De ellos, el 67% son internos y el 33%, a las afueras. Asimismo, de esos desplazamientos, 20.211 (un 52%) son en coche y autobús; mientras que 18.456 (48%) son a pie (un 47%) o en bici (sólo un 1%).

Las cifras, además, revelan un elevado uso del vehículo privado. Y es que de los 20.211 viajes motorizados, sólo el 22% se hace en transporte público frente al 78% en coche particular. Esta circunstancia incide, en mayor o menor medida, a la hora de aparcar. Una odisea para los vecinos en determinadas zonas y horas del día. "Es imposible", coinciden Mª Ángeles Irigoyen y José Mª Hernández, residentes en las calle Hilarión Eslava y Auzolan, respectivamente. Para José Mª, quien en alguna ocasión ha llegado a pasar "hasta 40 minutos" intentando estacionar, el gran problema se produce "hacia las siete u ocho" de la tarde, cuando la mayoría de vecinos regresa del trabajo. "Hay una explanada cerca de donde yo vivo, donde el instituto Askatasuna, pero es un sitio apartado y poco iluminado. Estaría bien que lo acondicionaran con brea y se le dé iluminación para poder aparcar", propone este vecino, de 35 años, quien cree que parkings como el subterráneo del nuevo Ayuntamiento disponen de plazas, "pero muy caras". Por su parte, Mª Ángeles Irigoyen, de 52 años, ve con buenos ojos el que se plantee un parking donde la iglesia de San Juan, ya que "solucionaría el problema en esta zona". Yo tengo plaza de garaje particular, pero cuando vienen mis hijos a casa tienen que ir casi hasta Villava para aparcar", añade.

Según el estudio, los principales problemas se localizan sobre todo a la tarde y a la noche. Por la tarde, las zonas más saturadas son el entorno del Colegio Hilarión Eslava, la iglesia de San Juan, Merindad de Sangüesa, Nogalera, plaza Ezkabazabal y zona centro norte. Por las noches, además de las cuatro primeras anteriores, se le unen la Casa de Cultura (aunque aquí se ha habilitado un parking); mientras que por la mañana, las dificultades están en la plaza Ezkabazabal, polígono Iturrondo y también en la iglesia de San Juan y calle Nogalera.

PRISAS PARA COMPRAR Al igual que los vecinos, muchos comerciantes también llegan a padecer de una u otra forma la falta de plazas suficientes. "Hay quien viene a comprar y lo hace con prisas, porque ha dejado el coche en doble fila y le pueden denunciar", señala Daniel Ortigosa, dueño de la carnicería Ortigosa en la plaza Ezkabazabal. Este vecino de Burlada, de 36 años, cree que se tendría que haber construido un parking subterráneo en la Casa de Cultura, y que la idea de los aparcamientos no es mala, "pero luego hay que pagarlos", advierte.

Por su parte, Mª Antonia Hunciti, responsable de la tintorería Alba, en la calle Batondoa, ve "ideal" el que se haga un parking en el entorno de Ezkabazabal dado el problema. Para Jorge Regrado, de la Pastelería Guerra en la calle La Ermita, las obras de un aparcamiento en la plaza de la iglesia de San Juan "podrían perjudicarnos".

Desde la Asociación de Comerciantes La Campana, su presidente, Javier Pérez Desojo, cree que en casi toda Burlada "hay problemas para aparcar", aunque "entre todos tendríamos que analizar dónde se pueden hacer aparcamientos". "Aquí en Ezkabazabal está bastante bien de espacio, porque se puede dejar el coche en doble fila sin que estorbe. Aunque en otras zonas sí que se han quejado bastante. El problema serían las obras, pueden hacer bastante daño a un negocio a pie de calle", añade.