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"En estos tiempos de crisis económica sólo se puede competir con calidad y exclusividad"

La artesana Gloria Vicente Sagüés es un ejemplo de quien se lanza a emprender una actividad novedosa: la confección de prendas cuya materia prima es el 'feutre', palabra francesa que significa fieltro, un material artesano 100% pura lana de las ovejas de Córcega, clasificada por su calidad

"En estos tiempos de crisis económica sólo se puede competir con calidad y exclusividad"UNAI BEROIZ

PAMPLONA. Para darse a conocer y promocionar su trabajo, Gloria Vicente abrió este otoño un pequeño taller en Pamplona, en la calle Mañueta, donde elabora sus prendas y complementos, y explica el proceso de la lana desde su origen. A pesar de que concibió la idea en Francia, y de hecho pensaba ponerla en práctica en el sur del país vecino, por circunstancias personales regresó el año pasado a Lumbier, donde reside en la actualidad.

¿En qué consiste su trabajo?

En la confección de prendas y complementos con pura lana, que produce un calor seco, constante y deja transpirar totalmente, además de conservar el calor natural del cuerpo.

¿Y dónde radica la novedad?

En la propia materia, el feutre, un material artesano 100% pura lana clasificada por su calidad: fina, resistente, flexible y de largo rendimiento. Es una lana muy seleccionada, que procede de las ovejas del sur de Francia. Aplicar las ventajas de este material en la salud, en lugar de en complementos, da lugar a muchísimos productos para el bienestar corporal.

¿Qué propiedades y ventajas tiene?

Entre otras, es aislante del calor y del frío, biodegradable y ecológico. Es elástico, flexible y suave. Permite la confección de prendas que alivian ciertas dolencias y la movilidad, porque no obliga a estar enchufado. Al mismo tiempo, son muy cómodas y agradables, y hacen que nos olvidemos de las fajas, con las que nos sentimos completamente encorsetados.

¿Cómo llega al mundo de la lana?

En mis últimos cinco años vividos en el sur de Francia con mi compañero, Bernad, esquilador de profesión, conocí a Nicolas Poupinel, un famoso artesano que se dedica al feutre desde hace veinticinco años, y cuya especialidad son lesyourtes, casas ecológicas que utilizan en su construcción la lana como material aislante. Es un experto en la selección de la lana y por eso, su calidad es exclusiva.

¿Aprende de él?

Sí. Comienzo con él y aprendo a trabajar el fieltro. Desde ese mismo momento, yo me pongo en marcha y le doy vueltas a una idea: hacer algo que no esté en el mercado y aplicar esa ventaja del calor natural en prendas relacionadas con la salud.

¿Surgen entonces dos de sus productos estrella?

Así es. La manta cervical, una prenda que la puedes llevar puesta en el campo, en la cama, un calor constante sin enchufar a ninguna parte, lo que te da perfecta movilidad. Está indicada para dolencias cervicales, y justamente para lo contrario, para prevenir dolores, para hacer determinados deportes. Por ejemplo, para montañeros que llevan peso a sus espaldas, porque su original diseño de manta cervical con hombreras les protege los hombros del peso. La otra prenda es la cintura lumbar, ideal para personas que necesitan aplicarse calor porque padecen lumbagos u otras molestias. En este caso, el diseño proviene de las que utilizan los esquiladores.

¿En qué otros casos están indicadas sus prendas?

Para deportistas y profesionales de la construcción o de la esquila. Para los que padecen patologías óseo-musculares, personas con artrosis, para los que sufren alteraciones del sueño, y otras más.

¿Le ha echado creatividad?

Pensé en un diseño particular para proteger los hombros, a partir de una sugerencia. Yo estoy abierta a ellas, a todo lo que haga crecer la marca y sus productos. Son varios los que se han acercado a decirme que necesitan calor en las rodillas o en las muñecas para pedirme que les confeccione un tipo de prenda concreta que como tal, y con el material que yo lo hago, no existe ni aquí, ni en Francia.

¿Dónde aprendió a coser?

Nadie me enseñó. Me pongo y lo hago, me sale bien.

Aunque su inscripción como Artesana de Navarra es reciente, le ha dado tiempo de participar en varias ferias para promocionarse.

Sí, en dos, y en ambas me quedé muy contenta porque la gente se acercaba y se interesaba por mi trabajo.

¿Y qué me dice de emprender en tiempos de crisis?

Todo esto es el resultado de un esfuerzo personal, sin ayudas de ningún tipo. A mí me ha movido la calidad del producto y pienso que sólo se puede competir en estos tiempos en calidad y en exclusividad. Yo tengo ganas y muchas ilusiones puestas en su calidad y en su valía. De hecho, he patentado mis productos y me gustaría compartirlos con todos aquellos que estén interesados.

¿Se ha marcado algún objetivo a corto plazo?

Mostrar el feutre, darlo a conocer. Estamos casi en invierno. En el ciclo de la lana es el tiempo de hacer llegar a la gente el calor natural. Luego vendrá la primavera, que es el tiempo de la esquila, recogida y selección de la lana de las ovejas en Francia, de donde sale el feutre. En el verano se lava y se confecciona el fieltro, y en el otoño me ocupo de coser las prendas. Trabajo con la lana del año productos que duran mucho tiempo. Esta frase tal vez sea la que más repito a los que se interesan por mi trabajo.