MENDAVIA. La Barca es uno de los parajes más emblemáticos para los mendavieses. Para los mayores supone recuerdos de los tiempos en los que una enorme barcaza ayudaba a cruzar el Ebro a personas, carros y galeras hasta la otra orilla, donde se ubicaba la estación del tren. Los más antiguos además han vivido en sus riberas largas jornadas de verano, al sol o refrescándose en sus aguas. Los jóvenes ya no han conocido esas vivencias, aunque La Barca es para ellos un lugar que les sugiere naturaleza y cercanía al Ebro. En la actualidad, no son pocas las voces que sugieren que este paraje se potencie o revitalice con usos de ocio o turísticos, incluso volviendo a revivir los viajes en la barcaza mediante una recreación o reconstrucción.

Sobre los posibles usos de ocio, hace ya un tiempo la Asociación de Vecinos La Barca, que toma su nombre precisamente de este paraje ribereño, propuso al Ayuntamiento de Mendavia el impulso de la creación de un camping o lugar de servicios turísticos. El presidente de esta asociación vecinal, Antonio Ezquerro, señaló que "planteamos que era bueno hacer ahí un camping para poder ofrecer una oferta de ocio relacionada con el Ebro, con paseos en canoa, en piragua, etc. Hacer un uso lúdico del río". El colectivo puso en conocimiento su idea a todos los grupos políticos municipales.

El Consistorio contestó a la Asociación de Vecinos que la propuesta era algo complicada porque la zona podía inundarse. "Sí que se inunda, pero no es exactamente por el Ebro, no es concretamente así, si el Ebro se sale es porque aprovecha la infraestructura del regadío para hacerlo, apunta Ezquerro. El presidente citó además como otras posibles ubicaciones para el camping "una chopera que hay al otro lado o una zona de huertas que es del Ayuntamiento. Hay un terreno que se podría aprovechar, no estamos hablando de un camping tremendo, sino de algo razonable". La propuesta de la Asociación de Vecinos La Barca incluía aprovechar la antigua casa del barquero para hacer un restaurante.

Por el momento, como indicó la alcaldesa de Mendavia, Mª José Verano, el Ayuntamiento no cuenta con un proyecto concreto para La Barca, aunque no se descarta nada.

servicio La Barca toma su nombre de la antigua barcaza que facilitaba el paso del Ebro para llegar a la estación del tren al otro lado. La utilizaban tanto personas como carros, galeras e incluso camiones en sus últimos tiempos. De su manejo se encargaba un barquero, que residía en la casa de La Barca, un edificio que, tras su desalojo por el último barquero, Cecilio Elvira, acogió otros usos como el de bar. "Yo recuerdo haber pasado con mi padre con un camión de muchos kilos", recuerda sobre la barcaza Antonio Ezquerro, que indica que "muchos productos se sacaban a esa estación. Tenía una nave en la que se almacenaban".

La historia de La Barca concluyó cuando tuvo que dejar de utilizarse ya que el sedimento impedía cruzar el Ebro. Finalmente, una riada se llevó la barca, que estaba amarrada, y acabó con esta historia de intercambios a uno y otro lado

Según explica el propio Ayuntamiento de Mendavia en su página web, "desde su construcción en 1894 hasta su desaparición en los años 70, la barca representó para Mendavia, economía, comunicación y esparcimiento. Servía de paso del Ebro para llevar a los viajeros a la estación que existía al otro lado del río, que usaban el tren correo conocido como trenillo, para desplazarse a Calahorra, Logroño o Tudela y Zaragoza. Fue además legendaria la diligencia que se encargaba de llevar y recoger a los viajeros así como el correo.

En la misma web el Consistorio recuerda que el cultivo de la remolacha en Mendavia fue muy importante y la barca "era el medio que tenían los carros y galeras para atravesar el río y descargarla en los trenes que la trasladaban a las azucareras de la zona".