EN la tarde de ayer, el puente de la Magdalena y sus alrededores se llenaron de niños, niñas, padres, madres, abuelos y curiosos que se acercaron para recibir, a los tres Reyes Magos de Oriente. Aunque la comitiva no se esperaba hasta las 16.00 horas, una hora antes los más precavidos ya estaban guardando su sitio.
Los Reyes comenzaban allí su recorrido para luego, durante la noche de ayer, deslizarse por las casas de los niños y niñas y premiarles en mayor o menor medida por su buen comportamiento durante el año. Aunque, a decir verdad, independientemente de que hayan sido muy buenos o muy malos, los más pequeños siempre esperan encontrar algo bajo el árbol.
En su camino por los hogares ajenos, los Reyes procuran ser sigilosos y siempre aprovechan para comerse lo que encuentran como aperitivo: leche, turrón, mazapán, fruta, o incluso mosto. Pero nunca alcohol, para que no se emborrachen y no se confundan en el reparto de regalos.
Hace años, los Reyes eran algo más modestos y una cajita de caramelos, dinero o un simple balón bastaba para hacer saltar la chispa de la alegría en quienes abrían los regalos
Hoy, los Reyes se han modernizado, sobre todo tecnológicamente, y se esfuerzan por contentar los deseos de los txikis, que cada vez son más exigentes.
Pilas, cargadores, manual de instrucciones y algún que otro cable y tornillo no faltan en la maleta que los Magos llevan por si acaso desde hace algunos años, para salir del apuro en el caso de que a última hora se estropee algún juguete.
Con todo, todavía hay quien opta por no escribir la carta a los Reyes o, si lo hace, a modo de sugerencias, y acepta con agrado lo que le dejen bajo el árbol, aunque no fuera lo que esperaba.
En muchas ocasiones, los niños y niñas, sobre todo los más pequeños, no tienen muy claro lo que desean, y menos en un entorno en el que cualquiera tiene una mini-juguetería en casa. Muchas veces, van pidiendo cosas según lo que ven en la televisión y, para cuando abren los regalos el Día de Reyes, ya se les ha olvidado.
Otras veces, escriben su carta a los Magos de Oriente en función de lo que escuchan a sus compañeros de clase, sus amigos o primos.
Sara Molinero, 3 años
Pamplona
Sara y su hermano Asier, de 11 años, no se olvidaron en la noche de ayer de poner sus zapatos bajo el árbol
para que los Reyes tuvieran claro a quién le tenían que dejar cada regalo. "Les he pedido un botiquín de médico y un traje de médico para jugar con mis muñecas y lo demás, sorpresa", explicó Sara, que de mayor quiere ser médico. A su rey mago favorito, Gaspar, no le faltó de nada: "les pondré plátano, manzana, mazapanes, turrón y agua", explicó la niña.
Arkaitz Vales Díaz, 3 años
Pamplona
Este jovencísimo pamplonés, que a su corta edad presenta un desparpajo que apunta maneras, hace honor a su procedencia: "A los Reyes les he pedido los gigantes de Pamplona, un castillo, los muñecos Pupu eta Lore y Woody y sus amigos". Con una sonrisa pícara, asegura que se ha portado "muy bien" durante el pasado año, y espera que sus Majestades se porten también bien, sobre todo Melchor, su favorito, a quien le ha dejado leche y turrón.
Nerea Viana, 7 años
Chantrea-Orvina
Al preguntarle por lo que había pedido a los Reyes, Nerea tuvo que hacer un esfuerzo por recordar: "Un Monopoly, un telescopio y un microscopio, una pistola que lanza bolas, un juego de magia, los juegos de mesa Prueba o Verdad y Tabú...", enumeró la niña. La lista es larga, aunque Nerea asegura que se ha portado muy bien el pasado año. Con todo, por si Melchor, su mago favorito, dudaba de su buen obrar, le iba a dejar un buen trozo de turrón.
Alba Beruete, 8 años
Pamplona
Mientras esperaba con ganas para ver de cerca a los Reyes Magos y, tras afirmar que se había portado bien, Alba explicó que le gustaría tener una cosa: "Una muñeca Monster-High". Papa Nöel ya visitó su casa y le dejó algún regalo con el que se ha divertido durante las vacaciones. Anoche, antes de acostarse, Alba dejó bajo el árbol un calcetín para que sus Majestades no se confundieran de persona, sobre todo Melchor, su favorito de los tres.
Belén Beruete, 5 años
Pamplona
Belén es una de esas niñas que en la tarde de ayer no se quiso perder la visita de los Magos de Oriente a Pamplona. "Yo no les pido nada, me traen lo que me traen y estoy contenta con eso", explicó la niña. Aunque escribe la carta a los Reyes, en ella no pide ni reclama regalos, sino que simplemente aporta alguna sugerencia. Aunque, como afirmó su madre, "es una niña muy buena y no pide, por eso los Reyes también se portan bien".
Miguel Ochandorena, 10 años
Burlada
Hecho todo un diplomático, Miguel no se decanta por ninguno de los tres de Oriente: "Me gustan todos", explicó. Debajo del pino, esperaba encontrar hoy "un helicóptero teledirigido, un juego de mesa... y lo que me traigan, no me acuerdo muy bien de lo que pedí", confiesa el vecino de Burlada. Bajo el árbol, tenía pensado dejar a sus Majestades y su comitiva "leche, para que beban" y así, retomar fuerzas y seguir visitando el resto de casas.
Pelayo Aizpurúa, 7 años
Gorráiz
Desde Gorráiz, el niño acudió con tiempo al Portal de Francia para ocupar un hueco en primera fila y poder ver bien a "todos los Reyes Magos", sin preferencia por ninguno de ellos. "Un barco de Playmobil, la Nintendo 3DS, dos juegos para la 3DS y una caja de cartas de Pokémon" es lo que este vecino de Gorráiz les pidió. Ayer noche no se olvidó de colocar los zapatos y "lo de todos los años: leche, galletas y, a veces, alguna cosa más".
Inés Aizpurúa, 3 años
Gorráiz
Inés acudió bien abrigada, con gorra y bufanda, a esperar a los Reyes Magos en su visita a Pamplona, "con muchas ganas de verlos de cerca". Tal vez, y por haberse portado "muy bien" durante el pasado 2011, esta mañana haya encontrado bajo el árbol alguno de los regalos que había pedido a los Reyes: "La casa de Playmobil, una Minnie Mouse y un Mickey Mouse", explica la niña. En cuanto a su rey mago preferido, no tiene duda: "¡Gaspar!".
Mónica San Miguel Muro, 2 años
Nuevo Artica
A su corta edad, Mónica tiene muy claro que lo que más le gusta de los Reyes son "los regalos". Es el primer año que acudió a ver la visita de sus Majestades a Pamplona, junto a su amiga Paula. Aunque el Olentzero también le dejó una Minnie Mouse hace unos días, espera que los Reyes se porten bien: "Le gustaría mucho que le trajeran una cocinita, una moto, un ordenador de Pocoyó y unos pendientes de Hello Ketty", explica su madre, Alicia Muro.
Jesús Barba, 8 años
Pamplona
Este pamplonés es, ante todo, muy tecnológico. Muestra de ello es la carta que ha escrito a los tres visitantes de Oriente: "Una figura de Piratas del Caribe, el PES 2012, un juego para el ordenador y un juego para la Wii. Papa Nöel ya me regaló el FIFA 12, el juego de Operación y la ciudad de Lego City", explicó contento Jesús. A la comitiva real tenía pensado dejarles algo de turrón y mosto, "para que no se emborrachen y no se confundan con los regalos".