COincidiendo con la llegada del buen tiempo se multiplican también las bodas en la comarca. Entre mayo y septiembre se celebran la gran mayoría, aunque lo cierto es que cada vez más hay quien elige febrero, marzo o noviembre porque son fechas que se amoldan mejor a sus compromisos laborales. Sólo en Estella contrajeron matrimonio el año pasado un total de 56 parejas, sumando los que lo hicieron por lo civil o por la Iglesia. Quienes estén a punto de dar el paso tienen múltiples alternativas, desde el vestido y el calzado, los restaurantes, las joyas, las invitaciones, el reportaje fotográfico y los viajes de Luna de Miel.
LOS PREPARATIVOS
Muchos detalles a tener en cuenta: vestido, invitaciones...
A la hora de planificar una boda hay que tener en cuenta numerosos preparativos, aunque, por supuesto, depende de lo que se quieran implicar los novios. Por un lado están el vestido de la novia y el traje del novio (casi todos optan por el gris y el negro), y donde las opciones son numerosas. Entre las mujeres, desde hace años se opta mucho por el escote palabra de honor y en cuanto a colores, "el blanco roto y el marfil" son los que triunfan, señalan desde el establecimiento Diseño Nupcial de Calahorra, hasta donde se desplazan muchas novias de la zona para elegir vestido.
También se suelen realizar pruebas de maquillaje y de peluquería días antes, y hay que atar muchos otros detalles, como el ramo de la novia y las flores decorativas, las alianzas, las arras, la música y, por supuesto, las invitaciones, que suelen entregarse alrededor de dos meses antes del enlace. Dependiendo de dónde se celebre la boda (tanto la ceremonia como la comida o la cena), también existe la opción de contratar autobuses para trasladar a los invitados.
ya hay reservas para 2013
El restaurante, una parte fundamental
La elección del restaurante es uno de los pilares básicos de toda boda. Y no menos complicado resulta decidirse por un menú, ya que son múltiples las posibilidades y, además, estas van variando cada año, como explica Cristina Echeverría, gerente del restaurante Venta de Larrión. "Hay muchísimas opciones de entrantes, de segundos..., aunque hay platos que se eligen bastante, como el brick de chipirones y gambas, las virutas de foie, la panchineta de postre... De todos modos, cada temporada vamos cambiando", argumenta. Lo que no han variado en Venta de Larrión desde 2010 son los precios conscientes de la coyuntura económica actual.
Sí que se innova en otras cosas. "Ahora, además de la barra libre, que ya es un fijo, se lleva mucho la recena y, por lo que nos comentan los novios, es porque de esta forma quieren alargar la fiesta con todos los invitados juntos. Si no, al final unos se van para casa, otros de fiesta...". El cocktail en el exterior, junto a la piscina, es otra alternativa cuando el tiempo lo permite. "Al final, se pueden hacer muchas cosas originales, lo que los novios te pidan, ya que es para ellos un día muy especial y todos queremos que la celebración salga lo mejor posible", agrega Echeverría.
Normalmente, los novios de Tierra Estella se decantan por las bodas de mañana. Esa es la tendencia. "Aunque hay excepciones, normalmente la gente prefiere las comidas a las cenas; bodas de noche hay pocas, y casi siempre cuando uno de los novios es de fuera", agrega Echeverría. Su experiencia le dice que mayo, junio y septiembre son los meses estrella para las celebraciones, "aunque hay años que igual se llena antes julio". Para 2012, las reservas en este restaurante del valle de Allín son muchas e, incluso, ya tienen algunas cursadas para el próximo año. "Ya hay gente que está empezando a venir para 2013, sobre todo quienes quieren una fecha concreta para casarse porque igual sólo pueden ese día".
el reportaje fotográfico
Un recuerdo original para toda la vida
Quienes quieren tener un recuerdo de su boda optan normalmente por un reportaje de vídeo y, por supuesto, por un álbum fotográfico. Ángel Azcárate, fotógrafo profesional con estudio en Estella, cree que es indispensable siempre "que el fotógrafo ponga una impronta a su trabajo. Así como la gente sabe distinguir si un vestido o un traje es de un diseñador o de otro, es necesario que el fotógrafo tenga un estilo propio que le identifique, eso es lo primero. Y, dentro del estilo, hay que olvidarse de los cánones, del sota, caballo y rey, buscar encuadres distintos, etc".
En su opinión, "hay que ver qué quiere la pareja y hacer un trabajo que, con tu estilo, sea lo que ellos quieren tener, no una mera colección de postales, sino un trabajo que te cuenta la historia de esa boda y que, con el paso del tiempo, te siga transmitiendo algo. Y para eso no hacen falta más de 50 ó 70 fotos, incluso en 20 se hacen trabajos que llaman la atención", explica
Según dice, entre las parejas hay de todo, a quien le gusta posar y a quien no le atrae nada la idea. "Ahora se lleva lo que llaman boda robada, es decir, captar los momentos sin que los novios posen y sin que apenas se den cuenta".
El viaje de 'luna de miel'
Estados Unidos y el Caribe mexicano siguen triunfando
Otra elección que realizan la gran mayoría de las parejas de novios es la del destino de Luna de Miel, toda una tradición aparejada a la boda y que, de alguna forma, supone el colofón perfecto. Hoy en día, y a pesar de la crisis, que también ha afectado a este sector, suelen ser desplazamientos a destinos bastante lejanos, ya que se ve como un viaje irrepetible, y "la mayoría se va un mínimo de 12 ó 14 días, aunque hay quien lo estira hasta los 17 siempre que pueda por trabajo", según explican en la oficina de Viajes Halcón en Estella.
Tal y como cuentan, "lo de los destinos es un tema de modas. Antes se llevaba mucho la opción de Kenia, por ejemplo, y ahora ha bajado bastante. También Tailandia, al menos en nuestro caso, ha perdido peso desde el tsunami. Hoy en día lo que más se reserva es EEUU, -un combinado de Costa Oeste y Nueva York-, el Caribe mexicano para descansar y los cruceros, bien por las islas griegas o por los países bálticos", apuntan.