estella-lizarra. La polémica decisión del Gobierno de Navarra de cerrar la Escuela Infantil Izarra supondría, además de la ya denunciada pérdida educativa por parte de padres y profesores, que este edificio se convirtiera en el quinto de carácter público que pierde su uso en menos de tres años en Estella.
El elenco de dotaciones públicas que han pasado en los últimos años de estar llenas de vida y servicio al ciudadano a permanecer cerradas a cal y canto comenzó cuando los juzgados se trasladaron de la calle de La Rúa al solar del antiguo cuartel. Esto ocurrió en abril de 2010 y desde ese momento su antigua sede permanece cerrada. Mancomunidad de Montejurra fue el siguiente organismo en trasladarse y desde entonces sus antiguas oficinas se encuentran clausuradas. Ya en octubre de 2011 los alumnos de la Escuela de Música y de la Educación Básica para Adultos recogieron sus libros y partituras de las aulas de la estación de autobuses y se trasladaron al recién remodelado convento de San Benito, dejando vacío uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Por último, y por el momento, fueron las hermanas clarisas las que a finales de 2011 hicieron las maletas y dejaron vacío su antiguo convento, en pleno corazón de Los Llanos.
De esta forma y en vista de que todas estas dotaciones permanecen sin actividad, no extraña que muchos miren el cierre de Izarra como el abandono de un edificio más en Estella.
En una reunión que mantuvo la alcaldesa Begoña Ganuza (UPN) con Íñigo Alli, consejero de Política Social, departamento al que pertenece el servicio de la Escuela Infantil, Ganuza le trasladó la propuesta de que el Gobierno ceda este edificio al Ayuntamiento para uso y disfrute de los colectivos.
"no cerrar" Sin embargo, la propuesta de Ganuza no cuenta con mucho respaldo entre los propios grupos municipales y es que para empezar la oposición considera en bloque que la decisión de cerrar no es la adecuada y que Izarra debería seguir siendo una escuela infantil. Por ejemplo, Tito Martínez (IU) no tiene ninguna duda. "Por su estructura y por su distribución en base a criterios educativos, Izarra es una escuela infantil y no puede ser otra cosa. El Ayuntamiento no puede aceptar la pérdida de este servicio y debemos pelear porque esto no sea así, se debe mantener el servicio y si hay que bajar la cuantía de las cuotas porque las familias no pueden asumir su coste actual y por eso no matriculan, que lo hagan", indica Martínez.
Desde el PSN, el presidente del comité local, Ignacio Sanz de Galdeano, explica que su grupo es de la opinión de no cerrar. "Debería mantenerse porque cuando haya más demanda, ¿qué va a ocurrir?", se pregunta. No obstante en el caso de que la decisión no tenga vuelta atrás el PSN no tiene claro que el edificio deba pasar a uso municipal sin estudiar otros aspectos. "Hay que ver cuánto dinero cuesta y para qué se va a utilizar. Nos han dicho que mantener ese edificio supone un coste de 50.000 euros y habrá que saber si se puede asumir. En cuanto a su futuro uso, no sería muy complicado buscarle, ya que en Estella hay una gran demanda de espacio por parte de los colectivos", indica.
Otros como Ricardo Gómez de Segura (NaBai) consideran que este edificio puede ser un "caramelo envenenado" por los gastos que supondría su mantenimiento si pierde su uso actual. De hecho, Gómez de Segura ve claro cuál debe ser el futuro de Izarra y es mantener su uso presente. "Dada la situación existente de descenso de matrícula, podemos entender que haya que unificar las dos escuelas infantiles, pero tal vez no en el edificio de Arieta, sino en Izarra, por ejemplo. Esto se debería analizar y no tomar la decisión como se ha hecho", señala.
Regino Etxabe, de Bildu, indica que hay que luchar para evitar el cierre. "Tenemos que hacer lo posible para que al menos se haga un estudio de la demanda. Antes de tomar una decisión de este tipo se debe conocer la situación real de la matrícula y cómo están los dos edificios que albergan el servicio público de escuela infantil. Está claro que el Gobierno de Navarra ha visto un problema y se lo ha quitado de encima pasándolo al Ayuntamiento sin ver nada más que los números", señala. En cuanto al futuro uso, Etxabe considera que antes de tomar una decisión se deberían conocer también las necesidades de la ciudadanía. El concejal no adscrito Jesús María Chasco indica que no está de acuerdo con el cierre, ni con las formas en las que se ha tomado la decisión. Sobre el futuro del edificio tampoco se decanta. "Habrá que ver qué posibilidades tiene", indica.
María Unzué (PP) sí que considera que el Ayuntamiento podría asumir el edificio de Izarra. "Me parece buena la propuesta de que sea para las asociaciones o por ejemplo se podría utilizar en temas relacionados con la conciliación, como un espacio de reunión. Un lugar multiusos en el que puedan estar las familias", señala.