sarriguren - El Ayuntamiento del Valle de Egüés aprobó ayer el nuevo convenio que regula las condiciones laborales de sus 115 trabajadores. El acuerdo llega tras dos años de larga negociación y doce años sin marco regulativo, con la "necesidad de equipararnos en condiciones al resto de ayuntamientos", reconocía la concejala de NaBai Helena Arruabarrena. La propuesta salió adelante con el apoyo de NaBai, IU y Bildu, el voto en contra de cinco ediles de UPN y uno del PSN, y dos abstenciones (UPN y PSN) de cargos afiliados a la UGT. La polémica venía servida por la presencia de un informe jurídico municipal que ponía en cuestión algunas de las mejoras introducidas.

En la misma sesión salió adelante (con la abstención de Bildu) la plantilla orgánica del Consistorio que incluye reestructuraciones "menores", según el primer edil, ante la imposibilidad de crear nuevas plazas que impone la ley orgánica de estabilidad presupuestaria. Así, se amortiza una plaza de asesor jurídico y se crea otra, eventual, de técnico de empleo y desarrollo local al 60% de jornada. La nueva figura pretende "dinamizar" el empleo en el municipio, "hablar con las empresas, buscar subvenciones y promover proyectos" teniendo en cuenta que Egüés cuenta con 1.319 parados y hay 800 actividades económicas dadas de alta entre autónomos y empresas. Desaparece también otro puesto de auxiliar administrativo y se crea un técnico de euskera, que hasta ahora no existía. Arruabarrena destacó que la temporalidad es muy alta y que tan sólo 50 de los 115 trabajadores son fijos. "Es nuestro talón de aquiles, no podemos sacar nuevas plazas y son necesarias para una población que se acerca a los 20.000 habitantes, y que tiene la misma cobertura que cuando éramos 6.000", abunda. Subrayó a su vez que el documento supone avances en la organización del trabajo al posibilitar la "conciliación laboral y familiar" de sus trabajadores flexibilizando horarios y "mejorando el acceso de los servicios a los ciudadanos puesto que habrá personal que quieren trabajar ciertas horas por la tarde".

El nuevo convenio también conlleva mejoras para el Ayuntamiento ya que se ahorra el coste de las horas extras que ahora se reducen. En otro orden de cosas, el primer edil reprobó ayer las "constantes quejas de Administración Local" que atribuye al celo del Gobierno por evitar contrataciones tras abrir el Consistorio dos listas de sustituciones para cubrir bajas y vacaciones de un auxiliar administrativo en castellano y otro en euskera, convocatoria a la que se han apuntado 400 personas. Lo mismo ha ocurrido con una plaza provisional (seis meses) "necesaria" para el mantenimiento de zonas verdes.

Por otro lado, por unanimidad se aprobó de forma definitiva del convenio urbanístico con Nasuvinsa en el Casco Viejo de Sarriguren. Echeverría explicó que la iglesia (desacralizada) ya está reformada por Nasuvinsa y hay conversaciones para ceder el uso al Ayuntamiento. A su vez, la sociedad pública acometerá la remodelación exterior de la casa-torre (la pequeña que el Consistorio pretende adecentar para usos culturales) y de la llamada casa grande (en el centro), además de urbanizar toda la zona y crear zonas de esparcimiento. También salió adelante la nueva denominación del colegio público de Sarriguren que se llamará Pepita Úriz Pi, con la abstención de UPN.