pamplona - “El capital de una sociedad pública no se puede utilizar para especular”. El Ministerio Fiscal acusó ayer al exalcalde de Egüés Josetxo Andía de un delito de malversación -del tipo impropio- al haber comprado un producto financiero “basura” y “en cuarentena”, del que ya la CNVM advirtió de su riesgo y posibles pérdidas. De hecho, la venta de participaciones (fueron canjeadas las preferentes por acciones de Caixa Catalunya en 2012) permitió recuperar 38.000 de los 100.000 euros invertidos con dinero público. “No importaba la rentabilidad que se obtuviera con ese producto, y aunque hubiera habido rendimiento,el delito es el mismo. La acción es equiparable a jugar al casino o a la lotería”, remarcó Ana Marcotegui. “Y no es admisible jugar a la lotería con dinero público, y asumir ese riesgo”, apostilló. El juicio contra Andía quedó ayer listo para sentencia en la Audiencia Provincial después de que las tres partes expusieran sus conclusiones. La Fiscalía pide tres años y tres meses de prisión por malversación (433), y seis años y seis meses de inhabilitación, además de la devolución de los 61.318 euros.

La Fiscalía baraja un único móvil sobre la compra de las Preferentes teniendo en cuenta que Andía no se quedó con dinero, tal y como declaró en el juicio, que no hubo objetivos de comercialización del producto por parte de Caixa Catalunya, y que tampoco se sabe dentro del mercado interno (el de la propia entidad financiera) de dónde procedían dichas acciones. “El motivo que no se puede demostrar pudo ser la necesidad de hacer un favor a Ángel Jiménez, director de la sucursal, aunque ni siquiera era el gestor autorizado ya que este tipo de operaciones se derivaban desde Madrid”, expuso. “Y si realmente fue para hacer un favor a un compañero de trabajo estaría más injustificada si cabe la operación”, abundó. Cabe recordar por otro lado que Jiménez era edil de UPN cuando firmó las Preferentes con Andía de alcalde, en excedencia en la misma entidad.

El exalcalde de Egüés conocía el producto como asesor de banca privada que fue, remarcó. “Sabía en qué consistían las Preferentes desde 1994 y además firmó un test de conveniencia, que no se exigía en otros productos, en el que se concluye que tenía conocimientos suficientes para contratar este producto de riesgo”, remarcó. Antes de la compra de Preferentes la CNMV ya había advertido que era un producto “complejo, agresivo, destinado a conseguir una rentabilidad superior a tres años, con una posible disminución a corto plazo de la inversión y mayores volatilidades”. El mayor riesgo, por tanto, de la operación fue su “dudosa liquidez”, porque “no se podía recuperar cuando se quería”. “Era rentable pero iba unida a la solvencia de la entidad”, subrayó. De hecho, en cuanto se paraliza el mercado secundario, “ya no casan las órdenes de compra y venta, y no se pudo recuperar el capital”.

igualdad Andía compró el producto, además, dijo, sin respetar el principio de “igualdad en la contratación pública”. Así, recordó que las sociedades públicas como Andacelay formadas por capital público 100% están sujetas al derecho público, tal y como evidencian diferentes sentencias del Supremo. Andía incumplió el acuerdo que adoptó la propia sociedad que vetaba operaciones de renta variable.

Además, no consultó a técnicos ni corporativos, la operación no pasó por la sociedad municipal ni consta en la contabilidad municipal. La primera información que se tiene en el Ayuntamiento es en diciembre de 2012 coincidiendo con la comisión de investigación.

“Existen indicios múltiples de que hubo una deficiente gestión de los fondos públicos y que el uso de esos recursos para finaes ajenos a la función pública provocaron un quebrando a la sociedad”, indicó para justificar la malversación en una conducta “temeraria” y una “negligente gestión”.

Tampoco comparte la versión de Caixa Catalunya al pretender probar que no hubo perjuicio económico porque compensó a Andacelay con unos intereses en sus cuentas corrientes teniendo en cuenta que “se hubieran cobrado igual”. Tampoco convence, dijo, haber mantenido las Preferentes canjeables por acciones de la Caixa para evitar la quita porque “como dijo Alfonso Etxeberria, no se podía correr riesgo con el dinero”.