pamplona - Las nuevas tecnologías parecen ser sólo cosa de jóvenes pero el Telecentro de Barañáin ha demostrado que, en realidad, no tienen edad con su curso Descubrir el ordenador, impartido por el profesor Gustavo Urra. A él acuden gente de edades muy dispares aunque Urra afirma que suelen ser “mayores de 40”, y algunos de sus alumnos alcanzan, incluso, los 82 años, como es el caso de Luis Mendaza.
Este berinianense ha acudido dos horas y media durante cuatro días al curso introductorio donde enseñan cómo utilizar un ordenador. “No tengo ordenador en casa pero quiero saber cómo funciona para entretenerme porque soy mayor y no quiero estar sin hacer nada”, afirma, con energía, Luis.
El abanico de oferta de talleres es muy variado tal y como explica el profesor: “Trato que uno de los cursos vaya dedicado a gente que no sabe y necesita que le muestren los primeros pasos. Los demás cursos se dirigen a gente que igual sabe pero quiere aprender a hacerse un blog o manejarse en las redes sociales, o controlar el tema de seguridad infantil en la red desde casa... algo un poco más actual”.
Sobre el curso estrella entre las personas que quieren adquirir conocimientos elementales Gustavo dice que “Descubrir el ordenador es el curso más básico porque, si no has manejado nunca ni el ratón ni el teclado, necesitas un paso atrás antes de empezar a aprender a usar Internet o lo que quieras”.
Así, en las 10 horas, que dura el curso, sus alumnos cogen agilidad en la utilización de los elementos básicos que componen el ordenador y “eso les hace que vayan perdiendo el miedo”, explica Gustavo.
Para abandonar el miedo es por lo que se ha apuntado Pilar Gorriti, de 57 años: “En casa me meto a veces pero me da miedo conectarme a cosas que no debo, así que me he apuntado para perder ese temor. Las páginas que más suelo visitar son de viajes y cocina. Además, venimos encantados, el curso es una maravilla”, explica Pilar, muy animada.
Asimismo, Gustavo expone que “vienen con mucha ilusión. Si algo tiene esto es que aquí viene la gente porque quiere, y a veces acuden por probar si les gusta, pero el que sigue es porque le gusta y vienen motivados, con ganas de aprender y con buena actitud. Algunos acuden con sus miedos pero se trata de aportarles seguridad y de ayudarles para que progresen”.
Estos cursos ya tienen mucho recorrido en el tiempo y es que se comenzaron a impartir en el año 2006 y han tenido muy buenos resultados.
Gustavo explica que el Ayuntamiento planteó un espacio con ordenadores, que él tenía que gestionar, y se dio cuenta de que “si estás pagando con los impuestos este espacio, un porcentaje muy importante de la población no podía usarlo porque no sabía cómo, entonces planteé talleres de alfabetización digital en diferentes ámbitos”.
demanda La demanda desde el inicio de estos cursos ha sido altísima, ya que “si tenía 100 plazas se apuntaban 300, y el Telecentro ha ido evolucionando y han ido surgiendo más cursos”, explica el profesor.
Así, la sala comenzó a tener dos utilidades: de uso, en el que la gente accede al aula y la utiliza porque es autónomo, y luego los cursos a los que se apuntan los usuarios con una determinada necesidad y se les da la formación.
En cuanto al perfil de los alumnos de estas clases son mayores de 40, y aunque “hay variedad en las edades de los que asisten a las clases, no es normal ver en un curso de estos a una persona de 25 años porque estos programas ya los saben usar”, apunta Gustavo. Y confirma con optimismo que muchos de los que asisten al curso de iniciación “seguirán aprendiendo más y se apuntarán al de Internet”.
Con respecto a la utilización del ordenador entre las personas de este taller de iniciación, todos coinciden en que le dan un uso muy variado pero no para el manejo de redes sociales, tan usadas entre los jóvenes.
Patxi Arrieta, prejubilado de la Volskwagen de 61 años, dice que acude al taller para ponerse “al día en la tecnología, ya que avanza muy deprisa y para cualquier cosa que quieres hacer pues tienes que saber. Aunque, sobre todo, por curiosidad y afán de superación”.
Otro de los presentes en estas clases afirma que quería “adquirir conocimientos para andar con más soltura. Además, las clases son muy prácticas porque Gustavo nos da todo muy detallado. El ordenador lo suelo utilizar para ver maquinaria de segunda mano”, explica Ángel Torrecilla de 70 años.