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Mil ascensos al Beriain

Andoni Barbarin Jaurrieta ha subido más de un millar de veces desde 2006 a San Donato, su pasión Su preferencia es hacerlo por la brecha, algo que depende del clima y que ha logrado más de 500 veces

Mil ascensos al BeriainCEDIDA

estella-lizarra - El estellés Andoni Barbarin Jaurrieta (1953) acaba de firmar toda una hazaña, la de llegar a un millar de ascensiones documentadas al monte Beriain, o San Donato. De ellas, 503 lo ha hecho por la brecha, una ruta muy complicada que este montañero repite desde hace décadas. Lo cierto es que Barbarin ha ascendido a San Donato muchas más veces que ese millar pero fue en 2006 cuando comenzó a llevar un exhaustivo registro, que es el que ahora refleja esa cifra simbólica.

Desde ese año las ascensiones se han ido incrementando poco a poco. Así, en 2006 fueron 42 y ya en 2011, 115. El año pasado batió su propio récord, 185 subidas y en lo que llevamos de 2015 ya ha superado las 150.

Llegar al millar es un objetivo que Barbarin no se propuso hasta hace poco. “No me había planteado hacer las 1.000 hasta el año pasado, fue en 2014 cuando me lo propuse. La verdad es que hasta 2010 llevaba 320, me quedaba mucho, pero en los últimos años he podido subir más veces porque me jubilé y tengo más tiempo”, indica este apasionado montañero.

El pasado 18 de julio subió a San Donato acompañado por su hija Maider, su sobrino Bittor Iriarte y su amigo Dino Ruiz de Larramendi, quien llevó una botella de champán para celebrar la cifra.

Ahora, con ese objetivo cumplido, se plantea un nuevo reto, el de superar las 211 en un año, algo que pretende hacer en este 2015. “Un vecino de Unanu me dijo que él había subido todas esas veces en un año y me animó a ver si le alcanzaba. Ese es mi reto ahora”, indica Barbarin.

Como dato, es de destacar que las 1.000 ascensiones las ha realizado en otros tantos días, ya que no sube dos veces en la misma jornada. “Al vivir en Estella me desplazo hasta allí, son 38 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Siempre digo que me gasto media pensión en el coche, pero es mi gran afición”, indica. Después, cuando logre el nuevo objetivo, bajará el pistón.

Ascender a San Donato le deja una sonrisa a Andoni Barbarin cada vez que lo hace. “Es una montaña corta, pero muy intensa, tiene bastante desnivel y siento una satisfacción especial. Voy a otros sitios, ya que he subido muchísimas montañas pero normalmente no siento lo mismo. En Lizarra tenemos un gran privilegio con todas las sierras como Andía, Urbasa, Codés o Lóquiz muy cerca y también Montejurra, a la que he subido 27 veces en lo que llevamos de año. Pero San Donato para mí es especial, me llena, bajo con la sonrisa de oreja a oreja”.

Normalmente acude a sus ascensiones solo aunque cada vez más personas desean ir con él al monte Beriain. “Últimamente me están lloviendo las propuestas para acompañarme y, de hecho, hay bastante gente que suele venir conmigo, sobre todo el fin de semana”, indica.

En todos estos años, solo ha tenido que desistir una vez de su objetivo y fue hace poco. “El 21 de enero de este año. Era un día que había mucha nieve, una niebla impresionante y viento. Me estuve esperando porque la mayoría de las veces se ve algo pero ese día fue imposible. Al final, el monte también te pone en tu sitio. Es serio”, indica Barbarin.

Toda esta intensa actividad la compagina con el resto de su vida en la que ir a Beriain es una de las prioridades. “Cuando tengo temas familiares subo antes por la mañana. Por ejemplo, el Viernes de Gigantes del año pasado estuve en el monte antes del cohete y para cuando lo tiraron, yo ya estaba en Estella para empezar la juerga”, recuerda.

Lógicamente, y de tanto subir, la casualidad le ha llevado a encontrarse en Beriain con personas muy diversas. “Políticos, sindicalistas, agentes sociales e incluso conocidos como Serafín Zubiri o Patxi Eguillor, que es un montañero al que admiro mucho”, recuerda.

En Beriain, Barbarin también ha vivido un fenómeno un tanto especial, el conocido como Espectro Brocken. “Cuando el sol está en una posición determinada y hay niebla ves proyectada tu sombra enfrente de ti, rodeada de un círculo con los colores del arco iris. La primera vez que lo vi fue en 1997 y no llevaba ni cámara ni nada, se me apareció y me asusté. Después ya me enteré de lo que era. Desde entonces me ha pasado muchas veces”, indica este montañero que detalla el fenómeno en el libro Beriain 19+2 escrito por Luis Urzainki, con quien colaboró.