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Tafalla, un Ayuntamiento más abierto con asignaturas pendientes

El alcalde, Arturo Goldaracena, se marca como objetivo a “medio plazo” articular mecanismos de participación

Tafalla, un Ayuntamiento más abierto con asignaturas pendientes

tafalla - La apertura del Ayuntamiento a todos los partidos políticos que integran la corporación municipal es uno de los cambios más notables que ha experimentado Tafalla en el último año, a raíz de la llegada de EH Bildu a la alcaldía. Actualmente conforman el Consistorio ocho ediles de EH Bildu, cuatro de UPN, dos de Iniciativa por Tafalla (IT), dos del Grupo Municipal Socialista y uno de Izquierda-Ezkerra (IE), frente a los siete de UPN, seis de EH Bildu, tres del PSN y uno de IT de la anterior legislatura presidida por Cristina Sota. Pues bien, con Sota en la alcaldía los regionalistas copaban todas las concejalías, salvo la de Igualdad que presidía la edil de IT, Ana Ozcáriz. Hoy por hoy, sin embargo, se ha logrado un reparto más equitativo, si bien EH Bildu preside diez comisiones, dos los ediles socialistas y una IE (IT preside el Patronato de Deportes).

Algo similar ha sucedido también con la Junta Local de Gobierno que en la época de Sota solo integraban los ediles de UPN. Ahora, sin embargo, está compuesta por representantes de todos los grupos salvo UPN, que optó por la autoexclusión. Los únicos perjudicados, en este caso, han sido los ediles socialistas, Juan José Martínez y Albina Prieto, a quienes el PSOE ha expulsado del partido por aceptar la invitación de EH Bildu, en contra del criterio de la Comisión Ejecutiva Regional y Federal. Los tribunales, no obstante, han dado la razón a Prieto, ordenando su readmisión en el partido, no así a Martínez.

Con respecto a los presupuestos, el cambio también ha sido sustancial. Y es que hay que recordar que UPN no logró apoyos suficientes ni en 2012, ni en 2013 ni en 2015 para aprobarlos, por lo que tuvo que trabajar con las cuentas prorrogadas. Solo en 2014 consiguió sacarlos adelante, gracias a la abstención de EH Bildu, paradojas de la vida. En 2015, por su parte, la coalición abertzale aprobó unos presupuestos de “emergencia” para los cuatro últimos meses del año y este ejercicio también ha obtenido los apoyos necesarios para aprobar las cuentas (IE e IT votaron a favor, mientras que el PSN se abstuvo y UPN votó en contra).

Goldaracena califica su primer año en el cargo como “duro” a la par que “positivo” y “gratificante”, a pesar “de los problemas con los que un alcalde tiene que lidiar día a día”, indica. “La ilusión del primer día sigue ahí, pero ya aderezada con 12 meses de experiencia, que te dan más perspectiva sobre los diferentes temas”. Lo que más le está costando es acostumbrarse “a la velocidad a la que se mueve la administración”, confiesa, porque “los problemas de las personas están ahí y la administración tiene un ritmo extremadamente complejo y lento, que no está en sintonía con estas necesidades. Esta es la principal de mis preocupaciones: cómo adaptar la dinámica municipal a las necesidades de la ciudadanía”, subraya.

Considera, por otro lado, que UPN les “hurtó”, durante la pasada legislatura, la posibilidad de participar en la gestión municipal, hecho que no quiere que vuelva a repetirse. En cuanto a la apertura de la Junta Local al resto de grupos y el reparto más equitativo de las comisiones apunta que “es algo importante, porque la toma de decisiones, si es compartida, genera muchos más consensos, por lo que los acuerdos son más estables y mejores para la mayoría”.

Goldaracena, asimismo, se marca como asignaturas pendientes a “medio plazo” configurar mecanismos de participación ciudadana y confeccionar unos presupuestos participativos. Por último confirma que lejos de cumplirse los presagios que auguraban un cataclismo si la coalición abertzale llegaba al poder, la corporación está demostrando que, “a pesar de las herencias y de las dificultades, tanto desde el Gobierno de Navarra como desde los ayuntamientos del cambio, lo que más nos preocupa son las personas y no los intereses de unos pocos”. Todo esto “a pesar del acoso al que estamos siendo sometidos por parte de algunos medios y de algunas instituciones”, concluye Goldaracena. - A. Izko