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Tudela, un año de pequeños avances, acuerdos y fuerte crítica de la derecha

El tripartito (I-E, PSN y TP) ha buscado nuevas vías de financiación y de aliviar el “atasco” que dejó UPN-PP

Tudela, un año de pequeños avances, acuerdos y fuerte crítica de la derechaFoto: Nieves Arigita

tudela - Hace un año las urnas dieron un vuelco en la capital ribera y formaciones de izquierdas que nunca habían gobernado pasaron a tomar el bastón de mando creando un tripartito con la ayuda del PSN. Así, I-E, Tudela Puede y socialistas se unieron en un gobierno inédito. La primera consecuencia de que en Tudela UPN perdiera 3.200 votos en 8 años fue la dimisión de su candidata, Mariví Castillo, que dejó descabezada, desorientada y sin portavoz a la formación regionalista. Otra formación tradicional, el PSN, perdió 1.200 apoyos y formaciones minoritarias pasaron a ser mayoritarias. Bajo la premisa de “sensatez, solvencia, cercanía, templanza, humildad, honestidad y justicia social”, se puso en marcha el acuerdo del tripartito que, como primer paso se propuso el ahorro de 120.000 euros a las arcas municipales, entre asignación a concejales y renegociación de la deuda con bancos, principalmente.

La decisión del equipo de gobierno de no asistir como corporación a las procesiones, ni presidir las corridas de toros, fue la primera polémica a la que se debieron enfrentar. La continuación de la misma llegó varios meses después con la primera disputa interna del tripartito: no dar subvención a las corridas pero continuar con los encierros de toros de lidia, algo que no respaldó el PSN. En general el tripartito ha avanzado poco ya que como ellos señalan han tenido que lidiar con el atasco que dejó UPN-PPN en la administración.

En el terreno del Urbanismo se ha dado un paso importante hacia la peatonalización de buena parte del Casco Viejo, se ha puesto en marcha el traslado de la Policía Municipal y se ha habilitado una partida para que en 2016 se termine la rehabilitación del cubrimiento del río Queiles. Entre los aspectos más destacados se encuentran las consecuencias del cierre de la conexión de la carretera del Instituto con la A-68 (el tema más polémico del año) y la consecución de una subvención de la UE para poder empezar a recuperar las murallas del cerro de Santa Bárbara.

En el terreno económico el gran paso ha sido la puesta en marcha del Puerto Seco de la Ciudad Agroalimentaria que si bien no tiene un gran reflejo en la creación de empleo (un millón de euros de inversión), sitúa a Tudela en el mapa de las relaciones comerciales entre el Cantábrico, el Mediterráneo y Francia. Además se firmó con el Gobierno de Navarra un plan piloto para favorecer el empleo que podría beneficiar a 400 personas en Tudela durante 3 años.

En el debe de este primer año del nuevo Ayuntamiento se encuentra la consolidación de materializar en cosas concretas la política de transparencia y convertir en algo tangible y real la participación vecinal. En este segundo punto se han conseguido hitos muy importantes como la votación popular para elegir el cartel de fiestas, la creación de la Mesa del Casco Viejo (con la inclusión de todos los colectivos implicados) o la votación en los premios de rehabilitación, pero ha de ir más allá. En lo que respecta a la página de transparencia, sin actividad, aseguran que a partir de septiembre tendrá nuevos contenidos.

Críticas. UPN-PPN ha centrado su crítica (con una feroz campaña en redes sociales) en todo lo que tiene que ver con el Gobierno y acusa al Ayuntamiento de Tudela de no defender los intereses de la ciudad en Pamplona: en el Canal de Navarra, Educación (PAI y OPE) o las “carencias y retrasos” que a su juicio se viven a diario en el Reina Sofía. La CUP ha mantenido una postura independiente.