A vueltas con la peonza

estella-lizarra - El boomerang, la cobra y el ascensor. Todos ellos y otros muchos más son trucos para hacer auténticas virguerías con la peonza y todos los domina de sobra Pablo Ruiz de Alda Juániz, un chico de Estella-Lizarra de 11 años que acaba de ganar un concurso convocado a través de Facebook por el Club Batidos Puleva. El joven estellés se ha impuesto con su destreza ante más de un centenar de participantes de todo el Estado.

Desde pequeño, este chico es un apasionado de la peonza pero, como explica, fue hace dos años cuando comenzó a hacer trucos. “Al principio la tiraba como todos, al suelo para bailarla, pero me gustaba y empecé a aprender a hacer cosas más raras con ella”, señala. Ruiz de Alda utilizó Internet para ver qué es lo que se podía hacer con su juguete favorito. “No me enseñó nadie, yo buscaba trucos en YouTube. Veía el vídeo y lo paraba, lo miraba más atento y lo repetía con mi peonza hasta que me salía”, explica.

Tanto él, como su padre, Alfonso, aseguran que por el momento no ha destrozado en casa ningún objeto, a excepción del parqué que tiene unas cuentas picadas. “Solo le dejamos hacerlo en la cocina, pero lo cierto es que el parqué algo ya ha sufrido”, indica su progenitor. De hecho, una de las cosas que puede sorprender de los vídeos que envió al concurso es que baila la peonza en la cocina. Eso sí, por la seguridad y la destreza que muestra este chico, el espectador ya se hace a la idea de que no hay que temer por los electrodomésticos. “No se le escapa nunca”, explica su padre.

Tras muchas horas de entrenamiento, este joven es capaz de jugar con la peonza evitando que caiga al suelo en ningún momento. “Aguanto con ella hasta que se para ella misma cuando se acaba el impulso. En esto también puedo elegir cuánto rato va a durar porque dependiendo de la fuerza que le dé, está bailando más o menos tiempo”, indica.

En total, Pablo tiene seis o siete peonzas. Algunas, las más antiguas, son de madera mientras que las nuevas son de plástico duro. De entre todas ellas hay una muy especial, la king turbo que, a pesar de no tener luces ni otros efectos como sí ocurre con otras, es la preferida de este joven. “Tengo otra que como peonza es mejor, pero a mí me gusta esta”. Tanto es así que la tiene arreglada con cinta aislante y se niega a cambiarla, ni tan siquiera por una igual. “Se me rompió y la he arreglado porque no la quiero cambiar aunque sea por una nueva igual. Esta ya está usada y para mí es mejor”.

Las peonzas son todo un mundo y, como explica este joven, son dos las diferencias más importantes entre las de madera de toda la vida y las nuevas de plástico. “Las de ahora pesan menos y la peonza gira sobre la punta que se mantiene quieta. En el caso de las de madera, gira todo”, señala.

Este joven estellés se enteró del concurso a través de unos amigos de sus padres. “Lo vieron en Internet y como saben que me gusta mucho, se lo dijeron a mis padres. No dudamos en apuntarnos”. En total, este chico envió cuatro vídeos de los que solo con uno tuvo que hacer varias tomas. “Mandé cuatro y la mayoría me salieron de una única toma, pero había uno en el que tenía que coger la peonza en el aire y lo tuvimos que probar varias veces, pero ya salió”.

Tras enviar los vídeos, Pablo no tardó mucho en saber que había sido elegido como ganador. “Lo mandamos a finales de mayo y en junio nos avisaron que había ganado”. El premio es un viaje para cuatro personas a Eurodisney. “Ya está todo preparado, mis padres, mi hermana y yo nos iremos en octubre”, explica.