arbizu - La txistorra es motivo de fiesta en Arbizu desde hace ochos años. Es el Txistor Eguna, una cita consolidada el segundo domingo de octubre que ayer atrajo a cientos y cientos de personas. Tantas que al mediodía costaba atravesar la calle Nagusia, sobre todo a la altura del ayuntamiento, la zona cero de una feria agroalimentaria y de artesanía con una treintena de puestos.
Bajo el toldo de la plaza, había una gran barra en la que la txistorra compartía reinado con la carne de Euskal Txerria, que se asó al estilo burtuntzi durante 11 horas. Una actividad que, junto al taller de elaboración de quesos de Juanane Gaztandegia, fue una de las principales novedades de ayer. Determinar el número de raciones que se sirvieron no fue fácil. “El cerdo pesada 110 kilogramos en canal”, apuntó Katxo Barandiaran, encargado de trocear la carne. De txistorra fueron 120 kilogramos de Embutidos Arbizu, Laket y Flores, repartidos en forma de más de 2.000 pintxos, que se vendieron a dos euros junto con un vaso de vino.
“Esta fiestas son posibles gracias a la implicación de los arbizuarras”, destacó Monika Etxeberria, concejal de Cultura. Y es que, ayer más de medio centenar de vecinos trabajaron en diferentes tareas.
Hasta no hace muchos años, el cerdo era uno de los pilares de la alimentación en unos tiempos de economía de subsistencia. Por ello, la fiesta de la txistorra también es una mirada al pasado en la que se pudo ver cómo se elaboraba txistorra y tripotak, nombre de las morcillas en Arbizu. “Para la txistorra se utiliza magro, sebo, sal y pimentón, dulce o picante según el gusto”, explicaba Ino Araña, una de las arbizuarras que trabajó ayer en esta tarea. Junto a ella estaban Maitane Intxaurraga, Izaskun Azpiroz, Ramoni Berastegi, Kamen Jaka, Amparo Lakuntza, Maiker Jaka e Itziar Razkin. La elaboración de las tripotak resultó más complicada. “Llevan arroz, cebolla, puerro, sal y sangre. Después hay que cocerla a fuego fuerte pero sin que hierva para que no se abran”, explicó esta arbizuarra.
Muy cerca estaban Axun Berastegi, Helena Lizarraga, Rosario Razkin, Irune Argüelles y Inaxi Berastegi, que realizaron pomada de San Juan, con 28 hierbas como manzanilla, verbena, saúco o cinco en rama entre otras. “Al tener tantas hierbas, tiene muchos usos. Para cicatrizar, quemaduras, golpes, hemorroides, eccemas o durezas de los pies. También es antibiótico y bactericida”, apuntó Axun Berastegi.
concurso de pintxos El primer premio fue para Mikela Etxeberria, cocinera de Karrika Taberna y su pintxo con crema de pimientos, patata, cebolla caramelizada y txistorra. “Era un pincho muy equilibrado”, destacó Javier Díaz, chef del restaurante Alhambra y miembro del jurado junto con Fernando Flores, del restaurante Enekorri; Manoli Hartza, del legendario Hartza, Mª Jesús Telleria, locutora durante muchos años en Segura Irratia y Mari Paz Barandiaran, de Erosle.